Sofía López King es una joven comunicadora social y gestora cultural de Rosario que llevará su libro Artes de hacer, una bitácora dedicada a explorar los quehaceres manuales de los artesanos de la ciudad, a dos grandes ciudades del Viejo Continente esta semana. Su libro será presentado en dos prestigiosos escenarios: el jueves 3 de octubre en la Casa Argentina de París (Francia) y el 5 de octubre en la feria Spanish Book & Zine de Londres (Inglaterra), el principal evento del Reino Unido dedicado a la literatura en español.
El libro busca celebrar la rica tradición artesanal de la ciudad, y fue escrito por López King con el apoyo del Ministerio de Cultura de Santa Fe a través de la convocatoria Espacio Santafesino. A través de diversos géneros textuales, fotografías, retazos y fragmentos de entrevistas, busca ser una bitácora de los universos particulares de la artesanía, para resaltar la importancia de las labores manuales, y llevar a la reflexión sobre el valor de lo hecho a mano en un mundo cada vez más digitalizado y acelerado.
La presentación en la Casa Argentina de París este 3 de octubre representa para la autora “un momento clave en la internacionalización del libro, llevando a esas latitudes las historias de amasado del pan, la alfarería y el bordado, el cultivo de la huerta, la encuadernación artesanal de libros, el trabajo lúdico de la madera y la elaboración de cosméticos a partir de plantas.
En París, la autora dialogará con Belén Bessolo, mágister en Comunicación Intercultural e Ingeniería de proyectos por la Université Sorbonne-Nouvelle. Además habrá actividades lúdicas de participación y exploración colectiva, amenizado por Victoria Ramos, violinista argentina que estudia en el Conservatorio de Música en París.
Por otra parte, dos días después, López King participará con su libro en la London Spanish Book & Zine Fair, organizada por La Tundra Revista desde el 2019 con el apoyo de Arts Council England, Centre for Latin American and Caribbean Studies (CLACS), el Instituto Cervantes de Londres y la Embajada Argentina. La feria literaria en Londres reúne cada año a autores, editores y lectores interesados en la cultura hispano-hablante en un punto de encuentro clave para la literatura en español en Europa, además de una plataforma para el intercambio creativo entre autores consagrados y emergentes.
La autora de Artes de hacer destacó que estas participaciones junto a su libro son “oportunidades para mostrar el talento artesanal de los rosarinos en dos de las principales capitales culturales del mundo, y es un reconocimiento a las raíces creativas de la ciudad”, y respondió algunas preguntas a Rosario3 de cara a ambos cónclaves.
—¿Cómo surgió en un primer momento tu idea de crear esta bitácora dedicada a explorar los quehaceres de artesanos de la ciudad, que ganó el estímulo de Espacio Santafesino?
—Desde chica siempre me interesó lo manual: solía crear libros artesanales, objetos con cartón y figuras de barro. Había algo en ese tocar la materia y manipularla que me atraía y me hipnotizaba. Creo que mi elección de tema tuvo un poco que ver con eso y otro poco con la curiosidad de saber qué implica un proceso artesanal desde el inicio, qué sucede en lo íntimo del taller.
La idea que dio inicio a esta bitácora surgió por el 2019 en una materia electiva de la Facultad de Comunicación Social, “Taller de Lectura y Escritura”, que tenía como docentes a Andrea Calamari y a Clara López Verrili. Ellas nos propusieron terminar la materia haciendo un libro, para desmitificar esa idea de libro como algo complicado de elaborar. Nos dijeron que un libro podía ser muchas cosas: una composición de fotos hecha libro, un fanzine, un libro de artista. Poniéndome a pensar en posibles temas de interés, hice un brainstorming donde iba anotando todo lo que me llamaba la atención o me daba curiosidad. Y me incliné por indagar en los modos de hacer de los artesanos y artesanas de Rosario, ver cómo trabajan, entrar a sus talleres, aun cuando son casos por fuera de los circuitos formales.
Tomé de mi camino académico el abordaje micro-sociológico de Michel De Certeau, y su enfoque de alumbrar lo aparentemente nimio de lo cotidiano para recuperar su importancia y darle el valor que merecen las acciones cotidianas como caminar, habitar, cocinar.
Decidí que iba a tratarse de un libro-objeto, por lo que el formato iba a ser de gran importancia. Lo soñé cuadrado, para romper con el formato de libro tradicional, y me animé a adentrarme en esos talleres con la cámara fotográfica en mano para captar esos mundos desde la imagen.
Luego esta idea se convirtió en proyecto de tesina de grado, y fue mutando y evolucionando con su crecimiento, como todo proyecto en desarrollo. Muchas decisiones estéticas y de contenido iniciales cambiaron bastante, pero el concepto y el alma del trabajo perduró. Ganar el apoyo del Ministerio de Cultura de Santa Fe en 2023 fue una alegría enorme y me permitió elegir materiales de alta calidad para su confección, para lograr un libro-objeto que invite a adentrarse en el mundo de lo artesanal a partir de todos los sentidos.
—Vas a presentar tu libro en estos dos prestigiosos escenarios europeos de París y de Londres. ¿Imaginabas este escenario cuando lo escribiste?
—Ni en mis mejores sueños me imaginé en ese 2019 lo que hoy está pasando: poder terminar mi libro de la manera que yo anhelaba—el camino hacia lograr el formato y el diseño estético actual, la producción y corrección de textos, la compaginación, todo eso llevó un proceso de maduración largo y zigzagueante—, y presentarlo a sala llena, para ahora traerlo a públicos europeos.
Todo fue surgiendo un poco de manera espontánea, con conexiones que fui haciendo desde Rosario, y ya en viaje, con la ayuda de amigos y de personas que gustaron del libro, ya sea porque lo habían visto en redes sociales o porque les habían comentado acerca del proyecto. Y si todo sale bien, habrán algunas presentaciones más en los meses próximos en Zurich, Madrid y Barcelona.
—Como autora, ¿te consideras también una artesana por la producción del libro?
—No es algo que había pensado en su momento cuando lo escribía, pero un día Andrea Calamari, la docente de la materia y luego también mi directora de Tesina, me hizo ver que, además de cada una de las artesanías que fui recopilando (amasar el pan, cultivar la tierra, transformar la madera, bordar a lo mexicano, reinventar la alquimia, fabricar un libro y moldear el barro) estaba el mío personal, un octavo arte de hacer: el de idear, producir, maquetar y comercializar este libro-objeto.
Fue como una revelación, un punto de vista nuevo sobre mi rol en el proyecto y sobre mi propia tarea. A partir de esto me fui dando cuenta de que había cuestiones de oficio que compartía con los artesanos que había entrevistado. Yo también habitaba el tiempo artesanal. Ese mientras tanto en el cual todo se pausa y solo vale la tarea que tenés entre manos, ese tiempo lento y paciente que transcurría mientras yo escribía en la tableta con mi cursiva manuscrita los pedazos textuales que luego iba a mezclar digitalmente con la tipografía mecánica.
Yo también estaba produciendo algo único en su tipo, con diversas herramientas, dejando mi huella en cada texto, mi mirada en cada fotografía, y en pensar y materializar la composición de cada página de manera diversa. Mi proceso coincidía con el artesanal, con que tampoco era lineal: cada texto, fotografía y composición era prueba y error constante, un camino de aprendizaje. Y el proceso de distribución y comercialización también tiene rasgos artesanales y autogestivos. Por esto es que hoy puedo decir que sí, me considero una artesana desde mi humilde quehacer, con herramientas portátiles y un taller itinerante.
—¿Por qué buscaste mostrar el talento artesanal rosarino en dos de las principales capitales culturales del mundo?
—Creo que Rosario tiene muchísimo talento en relación con lo artesanal y que muchas veces no está visibilizado ni tampoco valorado dentro de la ciudad. Para mí es una gran alegría y un gran honor compartir la intimidad, las anécdotas, los recuerdos y modos de hacer particulares que se viven en algunos talleres rosarinos y sacarlos de viaje al mundo tanto para alumbrar ideas y crear en públicos diversos.
También busco que Rosario sea reconocida internacionalmente por su potencial creativo y pujante. Mostrar Artes de Hacer al mundo es también para mí mostrar un pedazo de mi casa, de mi identidad y de mis raíces, cosas que llevo conmigo con muchísimo orgullo a donde sea que vaya.
—Finalmente, es interesante tu búsqueda de resaltar el valor de lo hecho a mano en un mundo cada vez más digitalizado y acelerado.
—Creo firmemente en el valor de lo hecho a mano. Me fascina la no-homogeneidad de lo artesanal, sus fallas, los materiales que se utilizan para trabajar, las técnicas transmitidas inter-generacionalmente.
Me resulta particularmente interesante ver la pasión con la que trabajan los artesanos y la cantidad de horas que dedican a su quehacer creativo como una manera de expresarse, de hacer arte, de transformar el deseo en objeto y dejar un pedacito de su alma impresa en sus creaciones.
Considero que hay que valorar y cuidar a nuestros artesanos y artesanas porque tienen una manera muy pura de trabajar y de mirar el mundo de la que,en un mundo acelerado y de plástico nos vendría muy bien aprender.