El pasado lunes se conoció un informe con los datos sobre los migrantes que residen en Rosario, que fue realizado por la Dirección General de Estadísticas municipal basado en datos del último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas en 2022. Los resultados reflejan las olas migratorias multicausales que al fin y al cabo llevaron a que 177.540 personas fijaran su residencia aquí en la actualidad, y confirman una vez más que es una ciudad receptiva.
Son muchas las causas que llevaron y llevan a que un migrante señale a la Cuna de la Bandera como su destino en el mapa en busca de un mejor futuro. Mariana García es la coordinadora del Grupo de estudios sobre Migraciones, del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencia Política y RRII (UNR), y en diálogo con Rosario3 destacó que la ciudad es elegida entre muchos factores por ser portuaria, no tener guerras, por tener un clima no severo, por ser referencia en el país y en el Mercosur, por brindar ciertos servicios que muchas otras ciudades del mundo no poseen. A eso se suma que la Universidad Nacional de Rosario también ha recibido históricamente a estudiantes de diversos orígenes.
Entre los resultados del informe en cuestión, se conoció que la gran mayoría de los migrantes que residen en la ciudad son los coterráneos argentinos, venidos desde otras provincias (un 14,5 % de la población es migrante interno, que corresponde a 149 mil personas). Y casi todos ellos (un 63.8%) vinieron de las provincias limítrofes: desde Buenos Aires (17,6%), Chaco (12,6%), Corrientes (10,9%) y Entre Ríos (10,2%).
Aunque muchos menos que los argentinos, es considerable la cantidad de inmigrantes que se afincaron en Rosario, ya que son 28.438 según la última estadística basada en el censo. El país que se destaca muy por encima del resto es Paraguay con un 20% sobre el total de migrantes residentes en Rosario, y ya en el censo anterior lideraba también con un 23,2%. Muchos de ellos arribaron a partir del régimen político de Alfredo Stroessner en 1989, aunque continuaron arribando en los años posteriores.
Paraguay es secundado por Brasil con un 13.9%, y seguido luego por Perú con 11.6%, Venezuela con un 6.7%, Italia con 6,5% y España con 4%. Luego Colombia, Uruguay y Chile, que están entre el 3.5% y 3.4%. Le siguen Bolivia con un 2.6%, Estados Unidos con un 1.9% y Haití 1.4%. Pero también hay presencia de población africana, asiática y de Oceanía, aunque son la minoría.
El jefe de Gabinete Rogelio Biazzi tiene a su cargo la Dirección General de Estadísticas municipal que realizó el informe, y destacó: “Todo el que migra tiene un proyecto de vida. Habla bien de la ciudad, sea que acoge por un proyecto de hogar y trabajo ó por estudio. Es un complejo entramado de factores, pero nadie deja su hogar y su tierra sin una razón de peso, sea voluntaria o involuntariamente”.
Pueden ser infinitos los motivos de una persona una familia que llevan a tomar la difícil decisión de desarraigarse de la tierra de origen y migrar: un régimen opresor, hambrunas, guerras, búsqueda de oportunidades laborales, estudios entre otros. Y en cada persona o familia el asunto de migrar seguramente se desprende de varios factores y no uno solo, aunque vale aclarar, el motivo no deja de ser un asunto privado que poco se refleja en este informe. Aquí se esbozan algunas de las causas que tienen mayor conocimiento público por las influencias históricas de los países y de estas tierras también, sea producto de crisis económicas, políticas, desastres naturales ó persecuciones.
Cabe mencionar tres salvedades: entre los resultados del censo hay un alto número (un 15,1 y un 15,4%), tanto de migrantes de otras provincias como de otros países, que se califica como “ignorado”, y esto se debe a que al momento de ser censado no especificaron cuál era su lugar de origen, por lo que faltan elementos para un análisis más específico. Por otro lado, históricamente existen las migraciones irregulares (principalmente de países limítrofes), y en esos casos es imposible tener datos estadísticos reales porque se trata de situaciones ilegales. Finalmente, sobre el carácter de los inmigrantes refugiados, el asunto es más delicado aún, y se analizará también más adelante.
Para el jefe de Gabinete, “las migraciones son una oportunidad, no un problema. Siempre que son legales, y buscan hacer un proyecto de vida en Rosario, contribuyen significativamente a la economía, a la diversidad cultural y a la riqueza de la ciudad”. Prueba de que los migrantes son parte de la identidad rosarina es su mayor expresión cultural, la Fiesta de Colectividades, que el año pasado celebró su 40 aniversario.
Paraguay lidera el podio, y Brasil fue el que más creció
Se destaca que hubo un aumento de migrantes en 12 años, ya que en 2010 eran un 2,3% de la población, es decir 21.500 personas, y en 2022 pasaron a ser un 2,8%, o sea 28.438. Sobre esto, Biazzi destacó que “en porcentajes parece poco, pero son siete mil personas más que 12 años atrás, y eso es un cambio relevante”.
Al igual que en el Censo de 2010, en este nuevo estudio ocupan el podio los inmigrantes arribados desde Paraguay (ellos son un 20 por ciento del total). Pero lo llamativo en estos nuevos resultados fue el aumento de la población brasileña, que “desterró” del segundo lugar del podio a los venidos desde Perú: los vecinos de habla portuguesa pasaron de ser un 3,4% de residentes en 2010 en la ciudad a ser un 13,9 por ciento.
Si bien no hay datos empíricos sobre las causas de los cambios demográficos de cada nacionalidad, las estimaciones coincidentes de varias fuentes consultadas por este medio (basadas en las edades mayormente de mediana edad) establecían que “el aumento de arribo de brasileños se debe a que buscan realizar una carrera universitaria en la Universidad Nacional de Rosario y también en varias universidades privadas ya que en su país es más difícil para ellos acceder”.
Se destaca que los inmigrantes son en su gran mayoría de orígenes latinoamericanos (tanto en el último censo como en el anterior). Y entre las mayorías de inmigrantes que crecieron su población en los últimos años, se encuentran Venezuela y Colombia, producto de sus crisis nacionales internas.
¿Los que regresaron? Una mirada sobre españoles e italianos
A pesar de ser muchos menos que los nacidos en Latinoamérica, se destaca que sigue siendo un considerable porcentaje el de inmigrantes italianos (6,5%) y españoles (4%). Ello se debe en gran parte a que son las últimas generaciones de quienes vinieron escapando de las Guerras Mundiales, y eso se denota en que la mayoría de esa población son personas mayores de 65 años (85,4% de italianos y 50,4% de españoles).
Aunque las personas mayores a 65 años sean mayoría entre los inmigrantes tanos e ibéricos, la politóloga analizó un nuevo factor sobre el resto de esa proveniencia: “Me llamó la atención que es alta la cantidad de inmigrantes europeos, y si bien son muchos mayores de edad que habían inmigrado tras las guerras, también hay gente adulta, joven e infancias, y pienso que eso se debe a que muchas personas que emigraron en 1989 hacia España o Italia, luego regresaron habiendo formado sus familias allá, por lo que sus hijos son inmigrantes”.
Los haitianos tras el terremoto, y una nueva emigración de pospandemia
Otra población inmigrante que creció en Rosario entre el censo anterior y el de 2022 fue la haitiana, a partir de sus circunstancias tras la catástrofe devenida tras el terremoto acaecido en dicho país en enero del 2010 con consecuencias devastadoras hasta estos días.
En el censo aquel, los haitianos eran tan pocos todavía que estaban nucleados en “otras nacionalidades”, mientras que esta vez tienen su espacio en los gráficos, ya que son un 1,4 por ciento. Ellos son 398 residentes en la ciudad.
Sin embargo, desde el grupo que investiga sobre diversas poblaciones migrantes en la ciudad y en Argentina, su coordinadora García dio a conocer a este medio que “muchos haitianos luego del censo, en 2023 y 2024 volvieron a emigrar, esta vez hacia Estados Unidos por la crisis local y nacional en la pospandemia”.
“La población haitiana arribó a partir de un desastre natural y después se hizo una cadena de población que vino a estudiar”, consignó la politóloga especializada, a partir de una de las líneas de investigación de su grupo a cargo.
El gigante asiático que arribó tras la crisis de 2001
En torno a otra nacionalidad que llama la atención, si bien son solo un 2,2%, son los asiáticos. Mayormente de dicho continente los inmigrantes vinieron desde China, muchos desde la crisis de 2001 (cuando a su vez decenas de miles de familias argentinas emigraban a Europa).
Entre 2004 y 2006 arribaronde forma legal al país unas 20 mil personas desde el tanque asiático al país, según destacó la politóloga. Algunos de ellos se asentaron en la ciudad, establecieron sus negocios y formaron sus familias, ya que “la crisis local probablemente haya sido vista por ellos como oportunidad”, en palabras de Biazzi y en coincidencia con García.
“La inmigración china es en general un fenómeno muy característico, acá y en el mundo, con proyectos de inversión laboral. En 2022 se ve la merma en la población asiática, que llego años anteriores al censo anterior”, analizó el jefe de Gabinete.
Argentina y Rosario son receptivas
Según analizó la especialista en migraciones Mariana García, “la migración es una condición natural del ser humano, ya que siempre se ha movido a lo largo de la historia, y es por eso que migrar es un Derecho Humano universal”.
Agregó además que es una característica de las personas migrantes la de aportar a la pirámide ascendente acelerada, ya que “suelen ser personas de mucho empuje y que en muchos casos estudian alguna carrera y ejercen ó con su trabajo consiguen que sus descendientes luego estudien y prosperen, como fue el caso de mi propia familia: mi abuela inmigró y pudo ser maestra y mi abuelo, hijo de inmigrantes, pudo estudiar y desarrollarse en su profesión un siglo atrás”.
El Centro de investigaciones que ella coordina nació en 2008, a partir de que su equipo notaba que no había en Argentina muchas investigaciones sobre el asunto, a pesar de que la historia muestra la alta receptividad que siempre tuvo con los extranjeros. “Muchos desconocen, pero Argentina es un país receptivo de migrantes desde sus orígenes, y eso se denota ya desde aquel primer censo nacional en 1869. Y cuenta con una ley que es pionera en el mundo, que permite el acceso al refugio y todas las garantías en Derechos Humanos, que fue pensada bajo un consenso ecuménico de organizaciones y comunidades católica, protestante, judía, donde tuvo un rol activo el actual Papa Francisco, cuando era el cura Jorge Bergoglio”.
La Ley 25.871 de Migraciones fue sancionada en Argentina en el año 2003. Y es también conocida como "Ley Giustiniani", ya que fue impulsada por el diputado provincial rosarino Rubén Giustiniani cuando ejercía su diputación nacional, donde era presidente de la Comisión de Población y Recursos Humanos de la Cámara de Diputados.
Entre las políticas migratorias que se conocen actualmente en la ciudad, durante 2023 y 2024, se consolidó una agenda de trabajo, que bajo el concepto “Rosario Abierta al Mundo”, que involucró espacios de conversación de debate, talleres de capacitación y sensibilización en interculturalidad con las personas migrantes como protagonistas.
También se conoció que en septiembre de 2024 la Municipalidad de Rosario, la Universidad Nacional de Rosario y la Organización Internacional para las Migraciones firmaron un convenio de cooperación para profundizar el trabajo conjunto “que implica la capacitación a funcionarios en políticas públicas para este asunto”, destacó Mariana García.
Poco después, en diciembre de 2024, Rosario recibió el certificado de MigraCiudad, otorgado por OIM – ONU Migración, un paso importante en el fortalecimiento de la gobernanza migratoria local.
En un comunicado del Área de Relaciones Internacionales municipal al que accedió este medio, el intendente Pablo Javkin sentó su postura sobre la receptividad de la ciudad hacia las migraciones internas e internacionales: “Está bien animarnos, no sólo a generar políticas públicas, sino también a dar un debate público acerca de cómo la diversidad enriquece y cómo enfrentar esa lógica que a veces cree que es lo contrario. Y Rosario es una sociedad muy hecha de eso. Han crecido enormes comunidades en el último tiempo y nos gustaría recibir más”.
Y agregó luego: “Creemos firmemente que nada sobre migración debe pensarse sin las personas migrantes, quienes no solo enriquecen nuestras comunidades con sus vivencias y aportes, sino que también son clave para diseñar soluciones inclusivas y efectivas”.
La reserva en torno a los refugiados
Toda persona refugiada en el país es considerada residente legal, sea ya un refugiado aceptado como tal o un solicitante de refugio, cuya situación aún no haya sido definida. De esta forma, los refugiados son inmigrantes residentes.
Para su definición como refugiados en Argentina, la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare), junto al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y varios ministerios, estudian cada situación y se decide sobre su receptividad en el país o no.
En torno a la situación de los refugiados, es un tema de reserva: toda persona que solicita refugio sus datos son clasificados, ya que “suele tener fundados motivos que expliquen su persecución política, religiosa, por razones étnicas o de diversidad de género”, precisó García. Es por eso que el Censo, y por ende el informe municipal, no detalla números en torno a la cantidad de personas en dicha situación de vulnerabilidad ni sobre los países de origen.