El hospital provincial "Cordero" de San Fernando, Buenos Aires, fue sede de una cirugía en la que se le extirpó un tumor cerebral a un paciente que permaneció despierto, para efectuarle un mapeo de emociones y guiar el procedimiento que se realizó por primera vez en Sudamérica y estuvo encabezado por el investigador y neurocirujano español Jesús Martín-Fernández.

"Argentina es un lugar que me genera respeto por parte de la neurocirugía. Creo que son profesionales que llevan muchísimo tiempo haciendo cosas increíbles, con un gran conocimiento de la anatomía. Yo me muevo con mi equipo a diferentes partes del mundo, y casi toda la actividad, te diría que el 99% lo hacemos en sistemas públicos. Acá vi un hospital bien, con un paciente que solo quería colaborar y ayudarnos, y unos compañeros neurocirujanos que nos brindaron todo el cariño del mundo", sostuvo Martín-Fernández.

El equipo que llevó a cabo el procedimiento.

El cirujano español fue invitado por Matías Baldoncini, neurocirujano de referencia en el país que actualmente se desempeña en ese establecimiento sanitario provincial, y por Leandro Carballo, jefe del Servicio del "Cordero". La novedosa operación se llevó a cabo de manera interdisciplinaria con neuropsicólogos y neurofisiólogos internacionales, neurocirujanos, anestesistas, e instrumentadores del hospital de San Fernando, profesionales de Capital Federal, y de Rosario.

El paciente intervenido es un chico de 17 años que, a raíz de un tumor en un área muy puntual del cerebro cercana al centro que manejan las emociones y el lenguaje, padecía trastornos del habla y sufría parestesias, que son sensaciones raras en todo el hemicuerpo izquierdo, además de convulsiones. Por eso, lo que se hizo durante la cirugía en la que el joven permaneció consciente fue un mapeo de las áreas motoras y sensitivas del cerebro, que tienen que ver con los movimientos; y también de las zonas del lenguaje y de las reacciones emocionales.

El procedimiento quirúrgico


 

La revolucionaria técnica, denominada "cirugía a la carta", consiste en mantener despiertos durante la intervención a los pacientes para poder preservar sus emociones, además del lenguaje, comportamiento, memoria y otras funciones mentales.

En el procedimiento se le proyectan al paciente unos avatares –caras con rostros– para que vaya reconociendo las distintas expresiones que se le muestran en la pantalla.

A través de dichos avatares y empleando inteligencia artificial, se incluye un test diseñado por el mismo neurocirujano español que permite evaluar las emociones en vivo y preservar la cognición de la persona intervenida durante todo el proceso, lo que le permitirá tener un postoperatorio más corto y llevadero.

Cabe destacar que el neurocirujano Martín-Fernández, quien encabezó la cirugía realizada en el "Cordero" de San Fernando, intervino con esta misma técnica a una mujer de 44 años en Barcelona a principios de este año, a quien le extirpó un tumor cerebral de bajo grado que afectaba zonas críticas, que previamente habían sido consideradas como "inoperables".