Los protagonistas de esta conmovedora historia son dos viejos amigos y compañeros de trabajo que se conocen desde hace casi dos décadas, cuando coincidieron como empleados del peaje de General Lagos, en la autopista Rosario-Buenos Aires. Román, en aquel entonces, ya padecía una insuficiencia renal que lo llevó a tener que someterse a tratamiento de diálisis. Paulo siempre le dijo que, si necesitaba un riñón, estaba dispuesto a darle uno de los suyos. Y la promesa se hará realidad dentro de poco tiempo, luego de que la Justicia haya autorizado la donación y el trasplante.
El fallo judicial se conoció en los últimos días y lleva la firma del juez Carlos Vera Barros, quien actuó como magistrado subrogante ya que el Juzgado Civil 1 está vacante.
Luego de analizar el caso y de dos audiencias en las que expusieron todos los profesionales médicos intervinientes, se determinó que el trasplante es necesario sí o sí, que hay gratuidad entre las partes y no existen incentivos económicos, y que la persona donante es consciente de lo que hace.
Pero antes de llegar a la instancia judicial hubo un amigo, Paulo, que se ofreció como donante del otro, Román, frente a la incompatibilidad para hacerlo de sus familiares más cercanos.
“Tengo una felicidad tremenda, estoy muy tranquilo ahora que salió la sentencia. Qué te voy a decir, es una emoción tremenda, un gesto grandísimo de Paulo”, contó Román este sábado en Dos Horas Pico (Radio 2).
Padece un problema renal desde los 9 años, aunque pudo hacer una “vida normal” hasta cerca de los 20. Pero desde allí en adelante todo se complicó, vivió bajo los efectos de corticoides y hasta tuvo que someterse a tratamiento de diálisis.
Su amigo fue testigo y oído de lo que fue pasando, por eso siempre le repitió la misma frase: “Quedate tranquilo que, si llegás a necesitar un riñón, te lo dono”. Román se reía.
Lo cierto es que hace un año y medio, los médicos que lo asisten le informaron que para mejorar su calidad de vida debía someterse a un trasplante de riñón.
En agosto empezó con la diálisis y en ese momento Paulo no dudó, lo llamó por teléfono y le recordó lo que le había dicho tantas veces. “Quedé helado en el teléfono, le dije que ahora no, que vamos a esperar”, recordó.
Pero su amigo insistió, con el apoyo de su esposa, y lo convenció. Román se lo planteó a su médico, conoció a Paulo y avanzaron con los estudios para determinar si eran compatibles, una condición que, tranquilamente, podría no darse. Tras descubrir que sí lo son, la emoción los desbordó.
“Como no somos familia, dios quiso que sea así, él lo eligió a Paulo para esto, ya somos familia ahora, es más que un hermano para mí”, aseguró.
Ahora, mientras esperan conocer la fecha del trasplante, Román reconoció que el gesto de Paulo le cambió el pensamiento: “En otro momento no sé si haría lo que hizo él, ahora te digo que sí, que donaría un órgano”.
“Quiero dejar un mensaje para toda la gente que está pasando situaciones de salud, que no tengan miedo, que tengan fe, la solución está en manos de dios”, cerró en Radio 2.