El fiscal Mariano Ríos Artacho acusó a cuatro jóvenes rosarinos de haber cometido una estafa por más de dos millones y medio de dólares con un juego en el que, para participar, había que invertir en una criptomoneda nativa y comprar tokens no fungibles (NFT por sus siglas en inglés). Los imputados están vinculados con el mundo de la programación y fueron puestos en libertad bajo fianza y reglas de conducta, luego de haber pasado 6 días en los calabozos de distintas comisarías.
El juego que a fin de cuentas quedó trunco se llamaba Beasts Masters. Para poder participar en él había que comprar la criptomoneda $Master, necesaria para poder adquirir los NFT en forma de monstruos y gimnasios que permitían promover la evolución del personaje para aumentar su valor económico.
Según la acusación, los desarrolladores apelaban al “factor nostálgico” por las similitudes del juego con el conocido Pokemon y a la posibilidad de obtener ganancias.
"Pusieron imágenes de alta calidad del juego que decían desarrollar, con monstruos llamativos y diferentes explicaciones del juego. Incluso generaron un anuncio para la preventa (presale) de las «bestias» necesarias para jugar. Para entrenar y mejorar los personajes, vendían tokens no fungibles (NFT)", acusó el fiscal Artacho a los desarrolladores de Beast Master.
El juego funcionaría con gimnasios NFT donde entrenarían a las bestias; cada gimnasio de cada jugador sería, por lo tanto, único, y generaría para el usuario una reserva de valor.
En teoría, los usuarios podrían comprar y vender sus bestias que podían ser objeto de “mejoras” para así sumar valor económico.
De esta manera, jugando también generaban una inversión: podían comprar gimnasios donde meter estos personajes e ir evolucionándolos para después poner a la venta y obtener una ganancia.
Para conseguir estos personajes NFT, se requería de una moneda especial. Los desarrolladores crearon la criptomoneda $Master, un criptoactivo nativo de este mundo ficticio basado en la cadena inteligente –smart chain– de Binance. Podía ser adquirido en el mismo juego o mediante exchanges autorizados (un exchange o intercambio cripto permite a los clientes cambiar criptomonedas entre sí o con otros activos como moneda fiduciaria).
La estrategia delictiva tenía dos elementos de atracción: la inversión en los NFT y la compra del criptoactivo necesaria para adquirir los NFT ($Master).
Los NFT son activos digitales únicos que operan y se "transan" en el mercado cripto. Se trata de un tipo especial de token criptográfico creado para emular el valor único de las obras de arte, sólo que en el mundo digital.
El tirón de alfombra
El 7 de diciembre de 2021, desde la billetera virtual vinculada con el juego Beast Masters se enviaron más de dos millones de dólares hacia el exchange –corredora de criptomonedas– centralizado en la firma Binance, el cual posee información de sus usuarios, lo que hizo posible la identificación de los destinatarios de esos fondos. Esto condujo a los acusados.
Los mismos movimientos en las billeteras se produjeron el 8 y el 15 de diciembre con coincidencia de montos, horarios y direcciones IP, razón por la que el fiscal Ríos Artacho entendió que los imputados actuaron coordinadamente desde un mismo lugar.
Además, las redes sociales oficiales de Beast Master fueron cerradas o sus responsables bloquearon la posibilidad de hacer comentarios por parte de los usuarios.
Esta maniobra delictiva se denomina rug pull y es común en el mundo de los criptoactivos. Hasta ese momento las estafas de este tipo quedaban impunes por ser muy difíciles de rastrear.
Por estas presuntas maniobras de defraudación fueron detenidos la semana pasada el programador Gianluca P. (23); el desarrollador Ramiro S. (24); el programador Manuel Ángel B. (22) y Gianluca S. (23).
El fiscal les atribuyó haber ingresado en diciembre de 2021 a la billetera virtual de Beast Masters y quitar todos los fondos del pool de liquidez —una especie de fideicomiso digital— para así hacerse de la totalidad del dinero recaudado en inversiones a sus billeteras virtuales.
La fiscalía señaló que, según la información aportada por Binance, en total retiraron un equivalente a U$D 2.610.312,32.
Al hacerse pública la identidad de los acusados ofrecieron devolver el dinero invertido.
Así, a partir del 2 de enero de 2022, habrían devuelto parte de lo adquirido por la estafa.
Según un usuario denunciante, los acusados habrían puesto a disposición la devolución del dinero de los NFT.
Pero, al retirar todos los fondos y retirar toda la información sobre el juego, generaron que el valor del token $Master bajara a cero. El dinero invertido en dicho token nunca fue devuelto y se estima en la suma de 600 mil dólares.
De la Justicia porteña a Rosario
El caso fue originalmente investigado por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, hasta que en julio de 2022, Carlos Horacio Aostri, juez de primera instancia del Tribunal de Contravenciones y Faltas, declaró incompetencia territorial y ordenó la remisión del caso al Ministerio Público de la Acusación (MPA), resolución confirmada en cámara en agosto de 2022
El juez Nicolás Foppiani hizo lugar al acuerdo presentado por el fiscal Ríos Artacho y los abogados defensores y les impuso a los cuatro imputados prohibición de salir del país, fijación de domicilio, presentación semanal ante la Oficina de Gestión Judicial (OGJ), fianzas personales y reales y dispuso la prohibición de innovar de una dirección de la billetera digital Metamask que contiene 80 mil dólares.