Prometeo y Amadea tuvieron un final feliz después de seis meses de vida clandestina en Rosario. Los chanchos de más de 200 kilos fueron encontrados en la zona norte a fines de abril, tras un diluvio y crecida repentina del arroyo Ludueña. Este viernes a la madrugada partieron desde el lugar donde estuvieron ocultos, para no ser cazados, y arribaron a su nuevo hogar en Mendoza.
La curiosa historia fue contada por Rosario3 en julio pasado, cuando se cumplieron dos meses del extraño hallazgo a la vera del Ludueña. Aquel día, hubo un ataque de vecinos para hacerse de su cotizada carne, más aún en tiempo de crisis económica agravada por la pandemia de coronavirus. También un extraño operativo policial que fue mostrado en vivo por El Tres. Y una pregunta que sobrevoló el caso de realismo mágico: ¿cómo llegaron esos chanchos ahí?
Después de aquello, siguió un cuidado intenso de los animales, bautizados como Prometeo y Amadea, en el predio de la ONG Mundo Aparte, pero desde esa reserva animal se cuidaron de no difundir la información. Ya les habían carneado otro ejemplar que estaba a su cuidado y no querían correr ese riesgo.
Mientras tanto, según contó la abogada Angelica Miotti de Amparo Animal, una asociación civil que trabaja en casos de maltrato, se creó toda una red de voluntarios para juntar fondos y atender las necesidades de los dos chanchos.
Eso siguió hasta este viernes a la 2 de la madrugada, cuando partió la comitiva (con Franco Peruggino y David Linaro de Mundo Aparte) con el objetivo de trasladar a los dos cerdos. Fueron 23 horas de viaje en camioneta y trailer, y arribaron a Mendoza este sábado a la 1.
"En San Luis fue a paso de hombre. Pero los cerdos se portaron súper bien", resumió Miotti. "Son unas bestias", dijo la nueva encargada de los animales al verlos bajar del trailer.
“Están en un lugar que no es santuario ni refugio. Es una familia (la mujer se llama Edith) que en su casa, viven en una zona rural, han decido tener animales rescatados”, explicó la abogada de Amparo Animal, quien agradeció además de Mundo Aparte, a la ONG Liberación de Caballos en Rosario y al grupo Piara “que nos han ayudado tanto”, dijo a modo de epílogo.