El Sol está pasando por una etapa de "encierro", en la que su actividad se reduce, afectando su campo magnético y filtrando rayos cósmicos al espacio, por esto mismo, muchos afirmaron que esto puede ser peligroso para la Tierra, que sufriría terremotos y heladas.
Sin embargo esto podría no ser tan así, de acuerdo con Tom Phillips astrónomo de la Nasa, ya que dicho cambio en la actividad solar se registra en nuestro planeta varios días después de su comienzo, por lo que de ocurrir los desastres mencionados, estos ya deberían de haberse manifestado.
Asimismo, aseguró que las heladas y terremotos acontecen de manera continua en la Tierra, sin tener una relación directa con la actividad solar, recordando que varios de los fenómenos terrestres, principalmente los sismos, son en su totalidad impredecibles.
¿Por qué se cree que ocurre esto?
Se cree que la baja actividad solar es sinónimo de catástrofe en la Tierra, desencadenando supuestos terremotos y heladas, a pesar de no contar con ninguna base científica para esto.
Esto se debe a que en la pasada etapa de "encierro" del Sol, entre 1790 y 1830, se registró una gran actividad sísmica y volcánica en el planeta, así como también cambios drásticos de temperatura en varias zonas donde no se llega a estadios congelantes, según publicó MDZ.
Aún más, entre los años mencionados ocurrió la erupción del Monte Tambora en Indonesia, siendo una de las catástrofes más devastadoras de aquél país, con más de 70 mil fallecimientos y miles de heridos, así como damnificados, sin contar los daños materiales.