Una particular situación se vivió minutos antes de las 11 de este miércoles de Navidad sobre la Avenida del Libertador en Ciudad de Buenos Aires, cuando el conductor de un vehículo con placa diplomática de la embajada de Rusia se negó a someterse al control para saber si maneja con alcohol en sangre. El hombre estuvo más de una hora atrincherado en su auto y finalmente fue escoltado por la policía hasta la sede diplomática, donde entregó documentación pero sin bajar del vehículo que tiene inmunidad.
El auto, un Volkswagen Bora blanco, pertenece a los vehículos que tiene registrados la embajada de Rusia en Argentina, ubicada en Rodríguez Peña al 1700, a seis cuadras del control sobre Avenida del Libertador.
El conductor del vehículo le aseguró a los agentes de tránsito que era un diplomático y que debía hacer un llamado, tras lo cual subió la ventanilla y no volvió a atender a los efectivos que querían hacerle el test de alcoholemia. A raíz de este comportamiento, los agentes dieron aviso a la Policía de la Ciudad, y minutos después llegaron también efectivos de la Policía Federal Argentina.
Toda esta secuencia fue transmitida en vivo por los canales de televisión que estaban realizando la cobertura de los controles de alcoholemia.
Para sumar otro giro en la escena, tres hombres de camisas blancas se acercaron por la vereda al auto con placa diplomática, asegurando ser representantes de la embajada rusa en Buenos Aires. Cuando se acercó la prensa los sujetos reaccionaron de forma violenta, y se acercaron con celulares en la mano hasta el vehículo para dialogar con los efectivos de las fuerzas de seguridad. Mientras tanto, el conductor apenas bajó la ventanilla para observar.
Pasadas las 11.30, los tres hombres de camisas claras se retiraron del lugar, pero el conductor siguió atrincherado. Fue recién después del mediodía cuando el vehículo que estuvo detenido casi dos horas se fue escoltado por patrulleros de la Policía de la Ciudad.
Fuentes del Gobierno de la Ciudad consultadas por Clarín afirmaron que se le labraría un acta dentro de la embajada.
"El Ministerio de Seguridad en conjunto con la Cancillería enviaron al departamento de Seguridad Diplomática de la PFA para hacerse cargo y cumplir con la convención de Viena y la leyes que rigen las relaciones diplomáticas. Se lo escoltará a su Embajada y las actuaciones seguirán por canales federales", explicaron desde el Ministerio de Seguridad de la Nación cuando el ruso se retiró del control escoltado.
El artículo 41 de la Convención de Viena, en el que se establece el marco para la creación, interpretación y aplicación de los tratados entre Estados, indica que todas las personas que gocen de privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del país receptor.
Una vez que llegó a la puerta de la embajada, la Policía de la Ciudad cortó el tránsito de la cuadra Rodríguez Peña al 1700. Mientras el hombre tomaba agua, bajó la ventanilla para entregar documentación a los tres hombres que luego se la llevaban a los efectivos de la Policía, mientras dos agentes de tránsito de la Ciudad esperaban para hacer el test de alcoholemia.
Después del mediodía, otro vehículo diplomático ruso, un Toyota Corolla, fue parado en el mismo control de la Avenida del Libertador. El conductor se identificó como Timur Salomatin, codirector de la Casa de Rusia, entregó la documentación requerida pero se negó a hacerse el test de alcoholemia, subió la ventanilla y empezó a hablar por teléfono.