Antes y después del fuego (y el humo) que devasta el humedal del Delta del Paraná, hay una trama de violaciones a las leyes y a la conservación del territorio que no suele generar el mismo impacto pero que explican el ecocidio. El uso ilegal de maquinarias en las islas, registrado una vez más la semana que pasó, es una de esas manifestaciones.
"Después del fuego aparecen las máquinas", tituló la organización ambiental de Rosario El Paraná no se toca la denuncia pública que realizó sobre el trabajo de topadoras en jurisdicción de Entre Ríos.
“Vecinos que viven isla adentro ingresando por el arroyo Careaga este jueves 29 se despertaron con el ruido de una topadora, la máquina que comenzó a tumbar el monte nativo apagó el canto de los pájaros del amanecer”, describieron.
En un hilo de tuits con fotos agregaron: “Esto es peor que el fuego, lamentablemente no se ve ni molesta a la ciudad, pero está destruyendo los humedales. Como dijo un islero de la zona: «Lo que no destruyó el fuego, ahora lo está haciendo la máquina»".
La isla es conocida como lote nº 10 y el titular del terreno "sin importarle absolutamente nada ingresó con esta máquina arrasando todo en su camino isla adentro, y nadie lo detuvo, siendo que no está muy lejos de la comisaria de la 1º sección de islas, por otro lado, esta zona esta declara por Victoria como Reserva Natural", añadió la publicación.
“Después de tres años nadie parece saber quién prende fuego: ¿tampoco se sabrá de quién es esta máquina?, ¿o será de un ambientalista que la llevó en un kayak?”, ironizaron sobre las acusaciones de los ganadores, quienes afirman que ellos no queman y suelen culpar a “la política” o incluso a quienes reclaman por una ley de humedales.
Sobre ese punto, el Paraná no se toca expresó: “No sabemos quiénes queman. Lo que sí sabemos es que la gente que cortó el puente el jueves porque no quiere la #LeyDeHumedales (en relación a productores de la Comunidad Islera y la Mesa de Enlace), son los que hace tiempo terraplenan la isla, secan arroyos, deforestan, sobrecargan de vacas los humedales, realizan mega-fiestas y fomentan la caza furtiva”.
Identificar, ordenar, regular y dotar de recursos a los encargados de controlar son los objetivos principales de la ley de humedales que se iba a debatir el jueves pasado pero que pasó a un cuarto intermedio por presión de los sectores agropecuarios, ganaderos y mineros, con particular apoyo de los gobernadores de la provincias del norte.
“No sabemos quiénes queman, pero sabemos que no son "paisanos de a pie" los que aportan su grano de destrucción en este #Ecocidio. Son los VERDUGOS DEL HUMEDAL”, completó la ONG rosarina conformada hace diez años.
Además de hacer público este incidente con una topadora en las islas, uno más, referentes de El Paraná no se toca anticiparon a Rosario3 que viajarán el miércoles a Victoria para oficializar una denuncia penal contra ese delito.
Más información