Un equipo de socorristas rescató a una bebé recién nacida entre los escombros de un edificio que se derrumbó en Jindires, al noroeste de Siria, como consecuencia del sismo de 7.8 grados que sacudió a la región norte de ese país y a Turquía. La bebé aún estaba unida a su madre por el cordón umbilical cuando la encontraron, y fue la única sobreviviente de su familia.
Según indicó la agencia AFP, los equipos de socorristas encontraron previamente "los cadáveres de su padre, Abdalá Mleihan, su madre, Aafra, sus tres hermanas, su hermano y su tía".
Khalil Sawadi, un allegado de la familia, contó que mientras estaban buscando a la víctimas entre los escombros escucharon un ruido, escarbaron y encontraron a la pequeña. Fue en ese momento que cortaron el cordón umbilical, la cubrieron con una manta y la trasladaron a un hospital de la ciudad cercana de Afrin, donde fue puesta en una incubadora y se le administró vitamina.
"Llegó con los miembros entumecidos por el frío, su tensión había bajado. Le hicimos los primeros auxilios y la pusimos bajo perfusión porque había estado demasiado tiempo sin ser alimentada", explicó el médico Hani Maaruf.
Asimismo, precisó que la pequeña pesa 3.175 kilogramos y tiene contusiones, pero su estado es estable, y estimó que "probablemente nació siete horas después del sismo".