El teléfono fijo en la celda de Guille Cantero en el penal federal de Marcos Paz, planteó la pregunta por el Servicio Penitenciario de Santa Fe: ¿está preparado para internos de este perfil? El subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Jorge Bortolozzi, respondió que no y destacó la necesidad de contar con una prisión de alta seguridad provincial y de repensar cómo garantizar el derecho de los detenidos a estar comunicados, sin que conviertan ese beneficio en un arma.
En contacto con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Bortolozzi marcó distancia con la interventora del Servicio Penitenciario Federal (SPF), María Laura Garrigós de Rébori, que explicó que el teléfono estaba en la celda de Cantero porque es de “cable largo”.
“No aceptamos esta justificación”, dijo, aunque señaló que se trata de un argumento técnicamente correcto, en cuanto los detenidos tienen derecho a estar comunicados: “Estamos trabajando con un sistema legal que permite estos beneficios”.
“Eso no debería ocurrir (en las prisiones provinciales) y no vamos a permitir que ocurra”, agregó sobre teléfonos fijos en celdas.
Con todo, reconoció que la sobresaturación de detenidos, y el avance tecnológico –que hace que los inhibidores de señal caduquen cada vez más rápido–, dificulta el control de los presos de alto perfil, aún a pesar de las requisas de celulares constantes.
“Como provincia, necesitamos un penal de alta seguridad”, sostuvo.