Mauro Gonzáles y su esposa, María Belén, fueron víctimas de un robo que no solo los perjudica económicamente, sino que además complica la difícil situación de salud que atraviesa su hijo Augusto. El niño padece Artrogriposis Múltiple Congénita (AMC), una enfermedad poco frecuente que se caracteriza por reducir la movilidad de las articulaciones de su cuerpo.
Este lunes, ambos partieron desde Cañada de Gómez y trajeron a su hijo a Rosario para que le practicaran una cirugía programada en un sanatorio de la ciudad. El objetivo era reconstruirle el paladar, ya que el pequeño de apenas dos años y 11 meses también sufre de labio leporino y paladar hundido, además de gastroquisis.
La familia había compartido un posteo en las redes sociales contando, con alegría, sobre la intervención quirúrgica que su hijo tuvo este lunes, agradeciendo a todos los que los apoyan de diferentes maneras. Pero al regresar a su casa el martes, se encontraron con que les habían robado el dinero que tenían guardado allí.
Concretamente, les sustrajeron 20.000 pesos que eran para pagar al alquiler de su casa y 4.000 mil dólares, que según explicó Mauro a Rosario3, tenían resguardados allí porque no cuentan con una caja de ahorro en esa moneda.
"Decidí sacar los ahorros del banco porque se estaban desvalorizando", contó el papá de Augusto en diálogo con este medio, agregando que lo que hicieron después fue recurrir a la compra de moneda extranjera para preservar lo más posible el valor de ese dinero, que era para cubrir los gastos de atención de su hijo.
La salud de Augusto
Además de lo ya mencionado, el niño nació con su rodilla derecha luxada y afecciones en ambos brazos, por lo que carece de movilidad y necesita, entre otras cosas, varias cirugías. Pero el costo de todo esto es "inalcanzable" para la pareja, que tiene un servicio de viandas.
Mauro y María Belén no tienen obra social, y cuando quisieron recurrir a una se toparon con una pared. "Nos cobran 400 mil pesos de multa para ingresarlo a Augusto, porque saben la cantidad de plata que van a gastar en sus tratamientos y cirugías", dice el padre, apuntando que les ofrecieron pagarlo en cuotas de 70.000 mensuales.
Antes de la pandemia, el niño recibía atención en los hospitales públicos, pero con la llegada del coronavirus su situación cambió. "Lo que podíamos hacer por lo público no lo pudimos hacer más porque se cortaron todas las cirugías, y al haber tanta cantidad de gente en lista de espera, las que necesitaba él se iban a postergar mucho tiempo".
También son altos los costos de los instrumentos ortopédicos que necesita el niño. Su kinesióloga, por ejemplo, les pidió que consiguieran un andador infantil tipo "grillo", cuyo costo es de "620 mil pesos", según Mauro.
"Tuvimos que comprar varios elementos de ortopedia", agrega, los cuales ayudan a su hijo a mantenerse parado y tener movimiento en sus piernas.
La pareja destina todos sus recursos para cubrir las necesidades de su hijo, y la multa que les exigen desde las obras sociales les resulta imposible de pagar porque "es inalcanzable sostener en el tiempo costos como esos".
Una esperanza
Una especialista de Colombia fue consultada por los padres de Augusto, ya que según cuentan, ha realizado algunas cirugías para tratar la AMC con resultados positivos. La médica les dijo que hablaran con un traumatólogo cordobés, quien los atendió hace seis meses y les pidió algunos estudios para tener un diagnóstico más preciso.
En 10 días van a regresar a Córdoba para consultar nuevamente con el especialista, y en base a lo que les diga, la doctora colombiana les recomendará qué es lo mejor, si operar al niño en Argentina o si es necesario trasladarlo hasta Colombia.
Con el objetivo de recaudar fondos, la pareja creó la campaña "Todos por Augusto". Venden bonos con premios, organizan polladas y sorteos, entre otras iniciativas. También abrieron una cuenta benéfica para que quienes quieran hacerlo puedan depositar colaboraciones.
La colaboración de la gente llega, pero la realidad en la que se vive actualmente les dio un duro golpe esta semana, más aún teniendo en cuenta que el sábado pasado decidieron "llamar a un cerrajero para cambiar todas las cerraduras de la casa, para tener más seguridad" mientras se ausentaban de Cañada de Gómez para asistir a la cirugía programada de Augusto.
Regresaron a la vivienda el día martes, cansados por el viaje, y se encontraron con que les habían roto un vidrio que da al patio, habían ingresado y les habían robado todo el dinero recaudado que tenían allí.
"Me agarró un ataque de nervios, no lo podía creer", expresó Mauro, que también contó que la policía fue a su casa y realizó las pericias correspondientes para comenzar con la investigación.
No obstante, la preocupación de la familia es que el trabajo de la justicia no avance, y que su hijo no pueda recibir la atención médica que necesita para mejorar hasta donde sea posible su calidad de vida. Para ello, la colaboración de la gente es fundamental, por lo que se los puede contactar mediante su perfil de Instagram o bien al siguiente número: 3471-598351.