Estados Unidos sigue agitada por el crimen George Floyd, el afroamericano asfixiado hasta la muerte por un policía en Mineápolis la semana pasada. Su homicidio disparó protestas en todo el país e incluso en Europa. Por sexta noche consecutiva, los norteamericanos salieron a la calle contra el racismo y una vez más se registraron algunos disturbios, algunos cerca de la Casa Blanca. Hay, al menos, 40 ciudades en toque de queda. La presión es tal, que el gobierno de Minnesota desplazó al fiscal que investiga el homicidio a pedido de la familia de la víctima.
Según publicó Infobae, decenas de miles de manifestantes volvieron a tomar las calles este domingo en todo Estados Unidos, con protestas pacíficas contra la brutalidad y el racismo policial, empañadas por disturbios en varias ciudades desde Filadelfia a Los Ángeles. Se registraron incluso episodios violentos cerca de la Casa Blanca, en Washington. Al menos 4.100 personas fueron detenidas en estos siete días.
Los manifestantes en Filadelfia lanzaron piedras y bombas incendiarias a la Policía. En más de 20 ciudades de California hubo saqueos.
En Mineápolis, un camionero arremetió contra un grupo que se manifestaba. No lastimó a nadie y fue detenido.
En Washington, la Policía empleó gas lacrimógeno y granadas aturdidoras contra una multitud de más de mil personas, que coreaban lemas al otro lado de la calle, en el Parque Lafayette. Toda la Guardia Nacional de la capital norteamericana –unos 1.700 soldados– fue desplegada para ayudar a controlar las protestas.
Por su parte, el presidente Donald Trump tuvo que refugiarse en el búnker de la Casa Blanca por prevención el viernes, aunque la información no fue confirmada oficialmente.
Con todo, miles de personas marcharon con calma en Phoenix, Albuquerque y otras ciudades, y algunos pidieron el final de los incendios, el vandalismo y los robos, afirmando que socavan sus demandas de justicia y reformas.
Cambio de fiscal
Según informó EFE, el gobernador de Minnesota, Tim Waltz, desplazó al cuestionado fiscal Michael Freeman del caso que investiga el asesinato de Floyd y pidió que se hiciera cargo el fiscal de Estado, Keith Ellison, a pedido de la familia de la víctima. Ellison es afroamericano y musulmán.
"Esta es una decisión que siento nos lleva más cerca de hacer justicia para George Floyd", afirmó Walz al hacer pública la maniobra legal casi inédita de hacer intervenir al fiscal del Estado, al que llamó "abogado del pueblo".
La presión sobre el fiscal del condado, Michael Freeman, se hizo insostenible, sobre todo luego de que en la noche del sábado, la más violenta hasta el momento, centenares de personas se concentraron frente a su domicilio para escracharlo.