Aleksandra Sadowska es una influencer de 25 años de Breslavia, Polonia y quiso imitar a su rapero favorito, un polaco llamado Pawel Rak, conocido por su nombre artístico Popek. En 2012, el músico fue el protagonista de un cortometraje en el que se documentó cómo se tatuó los ojos para teñirlos de un azul oscuro.
Aleksandra se contactó con Piotr A, un tatuador de Varsovia quien accedió a realizarle el experimento, cuyas consecuencias en la salud eran aún desconocidas y el resultado fue dramático: quedó ciega de un ojo y está perdiendo la vista del otro.
El proceso consistió en tatuar la esclerótica -o, la membrana blanca del globo del ojo- para teñirla permanentemente de color negro.
"Es como si me hubieran apagado cigarrillos en los ojos. Hace dos días que no duermo. Estoy llorando todo el día", fue la sensación que describió el rapero luego de su propia intervención. Pero él no corrió la misma suerte que su fan.
"Hay evidencia clara de que el tatuador no sabía cómo realizar un procedimiento tan delicado", declararon los abogados de Aleksandra. A cuatro años de tatuarse los ojos, ya perdió la vista de uno de ellos, y cree que perderá la vista del otro. El tatuador enfrenta una posible pena de prisión.
"Desafortunadamente, los médicos no tienen mucho optimismo en una posible mejoría. El daño es demasiado profundo y extenso. Me temo que quedaré completamente ciega", confesó Aleksandra.
Según publicó Crónica, la joven se convirtió en influencer por su adquirido aspecto demoníaco. Posa en fotos con orejas puntiagudas como si fuera una elfa o una especie de hada del mal. "No me encerraré en el sótano a deprimirme. He dejado mi tristeza atrás, sigo viviendo", se sinceró.