Como en los Picapiedras. Pese a que el ser humano no convivió con los dinosaurios, un grupo de científicos quiso saber algo que la ciencia no había confirmado hasta ahora: ¿qué sabor tenía su carne? El resultado sorprendió a más de uno. Mucho se sabe de la vida de los dinosaurios, como sus tipos de especies, cuándo se extinguieron, dónde vivieron y porqué dejaron de existir, pero nada se dijo hasta ahora sobre el posible gusto de la carne de estos animales. Es por eso que mediante un estudio, científicos de Yale y Harvard hicieron experimentos y pudieron alterar los embriones de pollo para hacer crecer los hocicos de los velociraptors en lugar de los picos.

“Hasta muy tarde en el desarrollo, el cuerpo de un pájaro no se parece a un pájaro sino más bien a un cuerpo de dinosaurio”, dijo Bhart-Anjan Bhullar, profesor asistente de paleontología y zoología de vertebrados en Yale, y autor principal del estudio. “Resulta que, aunque eso explica lo corto de la cara, no explica el pico cubierto”.

Su investigación reveló que las aves tienen un conjunto único de genes en el medio de sus caras que les dicen a sus cuerpos que crezcan hacia afuera, eventualmente formando un pico. Su equipo de científicos eliminó esa zona específica de aves de las caras de los pollos para replicar la actividad molecular de sus primeros antepasados. Luego dejaron crecer a esos embriones, lo que resultó en un cráneo híbrido de gallina rapaz.

“Cuando afecté a los genes anteriores, los genes posteriores se desviaron a un gen más parecido a un reptil”, explicó Bhart-Anjan Bhullar. “Lo que hicimos fue un retroceso experimental de la evolución para resucitar esta forma que realmente no se había visto en la Tierra en millones de años”.

Eso llevó a los expertos a preguntarse si es posible crear un dino-pollo en un laboratorio. Pero, ¿tenían gusto a pollo los dinosaurios?. "No exactamente" dijeron.

Los dinosaurios eran animales fuertes y formidables, explica Bhullar. Sobre la base de las muestras de garras de velociraptor que los científicos han conservado, Bhullar especula que sabrían más como aves rapaces, como halcones o águilas.

Según publicó CNN en español, el sabor de cualquier carne se ve afectado por la composición muscular del animal y lo que come. Una rapaz de movimiento rápido necesita fibras musculares de contracción rápida, que están asociadas con la carne blanca. Pero no todos los dinosaurios eran similares a las aves rapaces: algunos eran herbívoros, otros habitaban la tierra y otros parecían mucho menos aterradores.

Como los dinosaurios son reptiles, Bhullar sugiere que otros dinosaurios primitivos pueden tener un sabor similar a los cocodrilos, que comparten un ancestro común con los dinosaurios. En cuanto al sabor del cocodrilo, Paul Cook, propietario de la exótica compañía de carne Osgrow, dijo que se ve y sabe a chuleta de cerdo.

“Tiene ese color marrón dorado en el exterior. Y necesitarías un cuchillo y un tenedor adecuados para comerlo”, dijo Cook. “La gente piensa que sabrá a pescado porque ha estado en agua. Es más como carne de cerdo, pero sabes que ha estado en agua. Definitivamente no es pollo”. Pero la carne de los descendientes evolutivos más simples de los dinosaurios -pollos y otras aves pequeñas como palomas y aves que habitan en el suelo- no debe descartarse.

De hecho, un estudio de 2007 en la revista Science reveló que algunas secuencias de proteínas de un fósil de T-Rex se parecían mucho a las secuencias de proteínas encontradas en un pollo. Entonces, dependiendo del dinosaurio la carne no sabría mal y según Cook "la carne se vendería muy bien".