Un hombre de 45 años comenzó a sentir picazón por lo que acudió al médico, cuando lo revisaron descubrieron que su pene se estaba pudriendo. Según explicó se había inyectado vaselina para agrandarlo.

El paciente llegó al hospital porque se sentía débil, tenía fiebre y un dolor incontenible y sensación de picazón en la base de su pene. Al llegar al nosocomio, fue atendido en urgencias por los médicos que le anunciaron que su miembro tenía úlceras, líquido acumulado y se le estaba pudriendo.

Según publicó Cronica.com.ar, tras una serie de análisis, el paciente le confirmó a los procesionales que se había inyectado vaselina en su aparato reproductor para hacerlo crecer, en un intento para "impresionar a las chicas". 

El doctor Amer Amin Arevalis dijo que el sujeto "no se veía bien, tenía fiebre alta", y agregó que el eje del pene estaba "muy deformado". También había pequeños parches de carne podrida visible, y le diagnosticaron una afección llamada gangrena de Fournier, un "insecto carnívoro" que amenaza la vida de los genitales.

Para tratarlo lo llevaron al quirófano donde los cirujanos retiraron la carne muerta y drenaron los bolsillos llenos de pus a lo largo de su eje, luego fue llevado a cuidados intensivos para recuperarse antes de una nueva cirugía prevista para el día siguiente.

En total, necesitó tres operaciones para eliminar todo el tejido infectado y podrido, principalmente el escroto. Para su décimo día en el hospital, su fiebre se habían calmado y su sangre se había estabilizado, y fue transferido al equipo de cirugía plástica, que realizó múltiples injertos de piel en su pene y escroto. Un mes más tarde y tras múltiples tratamientos, el joven recibió el alta.