El gobierno de Tailandia informó este domingo que la toma de rehenes que duró 15 horas en un centro comercial en una ciudad del este concluyó con 26 víctimas y el militar responsable muertos, una matanza poco común en este país del Sudeste Asiático, en donde, sin embargo, la violencia institucional de las sistemáticas dictaduras y la posesión de armas en manos civiles están muy extendidas.

"Un incidente así nunca había sucedido en Tailandia y esperamos que nunca vuelva a suceder", aseguró el primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, quien viajó a la ciudad oriental de Nakhon Ratchasima, donde ocurrió el ataque, para visitar a las víctimas y sus familiares.

Según informó, 52 personas resultaron heridas en la toma de rehenes y en el enfrentamiento final entre el atacante y las fuerzas de seguridad, la Policía y el Ejército. Treinta dos de los heridos siguen internados y 8 de ellos están graves.

"Nuestra prioridad era sacar con vida a las personas que se quedaron atrapadas en el centro comercial", se justificó el premier, quien felicitó a la Policía y el Ejército, según la agencia de noticias EFE.

El atacante fue identificado como Jakrapanth Thomma, un sargento de 32 años.



Videos difundidos en Facebook por la Policía muestran imágenes explícitas del tiroteo que mantuvo con el Thomma.

El sargento primero atacó a un superior y otros compañeros en una base militar cercana y luego escapó hacia el centro comercial, donde comenzó a disparar, aparentemente, de manera indiscriminada contra todas las personas que estaban allí, disfrutando del fin de semana.

Aún no está claro por qué lo hizo.

Desde el gobierno fuentes no identificadas hablaron de "razones personales", como un posible conflicto por tierras, pero el vocero del Ministerio de Defensa, Kongcheep Tantrawanit, aseguró que simplemente "se volvió loco".

Tailandia es uno de los países del mundo con mayor número de armas, con más de diez millones entre legales e ilegales y una media de unas quince por cada cien personas, según la organización Gun Policy.

Sin embargo, los tiroteos o los asaltos con armas de fuego no son habituales, salvo en tres provincias del sur del país donde actúan grupos armados separatistas.

Una de las razones por las que los tiroteos masivos no son comunes es porque en Tailandia gobierna una dictadura militar que mantiene un estricto control sobre la población.

Esta realidad política que se ha repetido muchas veces en el último siglo. De hecho, el país es habitualmente conocido como una de las naciones del mundo con más golpes de Estado del siglo XX.