Rosario y la región se encuentran en medio de un temporal de lluvia que este lunes por la mañana volvió a ubicarse a nivel de alerta naranja por tormentas, pero que hacia el mediodía bajó a amarillo. De acuerdo a los datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las precipitaciones se extenderán al menos hasta el miércoles.
Con el agua hubo también un brusco descenso de temperatura: la ciudad pasó de máximas de 30 grados la semana pasada a 22 en la previa de las Fiestas.
Además del alerta que bajó un nivel, también aflojaba la humedad que pasó de 96 a 85 por ciento. De todos modos, sigue siendo alta.
El alerta amarillo significa que el área es o puede ser afectada por tormentas fuertes o severas, con probable actividad eléctrica muy intensa, ocasional caída de granizo de diversos tamaños, y, principalmente, abundante caída de agua en cortos períodos.
Las precipitaciones del fin de semana, de acuerdo al reporte de la Dirección Municipal de Defensa Civil, superaron los 50 milímetros y las ráfagas más fuertes ocurrieron cerca de las 3 de la madrugada: una de 79 kilómetros por hora a las 02:58 del cuadrante sur - sureste y otra de 75 km/h a las 3:10.
Como consecuencia de las tormentas hubo 32 denuncias por árboles caídos hasta las 11 de la mañana, 19 reportes por columnas o cables dañados. Defensa Civil también informó sobre anegamientos en cinco zonas, tres hundimientos del asfalto y dos voladuras de cartel.
En zona sur, los usuarios de Rosario3 informaron uno de los hundimientos este domingo a la mañana. En España y Caña de Ámbar un taxi quedó con sus ruedas incrustadas en el asfalto y estaba a la espera de ser retirado:
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que cesó el alerta y aunque la región seguirá afectada por tormentas, las mismas ya no revestirán el carácter de alerta.
Se espera que comiencen a bajar los registros térmicos en las próximas horas.