Lisandro Valdano es uno de los miembros de la empresa familiar Rosmader, quienes están en el rubro maderas y sus derivados, y entre éstos, de césped sintético. Hace poco, recibieron en la cuenta de Instagram un mensaje muy particular, y fue el disparador para una intensa travesía, en la que Lisandro y su novia, María Verónica Salinas, comienzan a emprender este viernes en busca de batir un muy particular récord Guiness: colocando céspe sintético a mayor altura del mundo.

El mensaje que recibieron en las redes fue un pedido de Miguel Doura, el dueño de la galería de arte más alta del mundo, ubicada en el Aconcagua, quien les solicitó si eran tan amables de donar algunos metros de césped sintético para colocar en su espacio. A partir de ese pedido, Lisandro y María Verónica comenzaron a organizar un viaje de aventura para cumplir con el pedido, que implicará riesgos varios y que contará con el acompañamiento de mulas.

Luego de la aclaración a Rosario3 de que su familia no tenía ningún parentesco con Jorge Valdano (y acostumbrado a esa consulta), Lisandro relató sobre esta proeza que se propuso cumplir por la satisfacción de una meta en alturas, “y si llega el Guinness (para el cual ya aplicaron), mejor”. Pero no es el objetivo principal, sino atravesar ese gran desafío, expuestos a los vientos de los Andes: “Nos pidió una donación del césped para colocar en el ingreso a la galería al aire libre, y también adentro de la galería”.

La logística de llevar el césped requiere toda una proeza, porque se accede únicamente caminando, y luego de varios días de un trabajo físico de aclimatarse a la presión de las alturas. Conlleva la posibilidad de perderse, riesgos de ser víctimas de una avalancha, y soportar 20 grados bajo cero por las noches. Sin embargo, Lisandro y su pareja no se amedrentan, y comienzan su aventura este viernes a las 4 de la madrugada, que partirán con sus equipos de trekking hacia ciudad de Mendoza.

“Cuando recibimos el mensaje, en un principio íbamos a enviar el césped en encomienda. Pero fuimos pensando la posibilidad de hacer nosotros la colocación, ya que nos gusta hacer turismo aventura como esquiar y snowboard. Tenemos equipos buenos, pero somos amateurs. Yo había ido al Aconcagua, pero conocía solo el campamento de la laguna de los Horcones, en la base de la montaña”, relató el aventurero de 34 años.

La galería se llama "Natilus" y es parte de la base de Mulas del Aconcagua, y tanto esta como el resto de las estructuras son carpas y domos, con base de caño resistente todo el año. El césped que colocará el rosarino Lisandro (mientras María Verónica registrará todo en videos), es mullido de 30 milímetros, y de paisajismo (no el de uso para cancha), ya que “el objetivo que nos pidió el artista es dar un respiro estético en medio del suelo rocoso de las alturas, y que al arribar los montañistas extenuados, descansen del agotamiento que conlleva nueve horas de trekking".

El itinerario del césped más alto con dos mulas


 

Valdano relató entonces sobre el viaje que realizarán: “Este viernes viajaremos a ciudad de Mendoza, donde alquilaremos los equipos que nos faltan. Luego comenzamos el ascenso, que requiere una aclimatación para el cuerpo por la presión de la altura, sumado a las bajas temperaturas”. En la llanura suelen ser unos mil grados hectopascales, mientras que en altura son alrededor de 500 grados hectopascales, y por eso el ascenso conlleva sus riesgos.

La primera parada será a 2700 metros sobre el nivel del mar en el ingreso al Aconcagua, frente al Puente del Inca (un imponente puente natural sobre el río Cuevas, que data de tiempos inmemoriales y que fue registrado con dicho nombre por Charles Darwin): “Allí haremos un trekking hasta la cruz, que llega a 3500 metros. Subir y bajar ayuda a aclimatar. Y ahí mismo cargaremos dos mulas con el césped sintético hacia la base Confluencia, donde dormiremos dos noches.

Una vez bien aclimatados a la altura de Confluencia, Lisandro y su pareja caminarán junto a las mulas hacia el norte durante unas nueve horas (a 18 kilómetros) hacia la Plaza de Mulas, en el campamento base donde está la galería. “Según nos advirtió Doura, al arribar vamos a estar rendidos de caminar tantas horas desde Confluencia. Es por eso que la colocación del césped la haremos el día siguiente. Nunca trabajé a cuatro mil metros de altura, pero estoy expectante que, por primera vez, vamos a poder disfrutar después de una colocación que realizamos, ya que esa noche vamos a poder tirarnos en el césped y ver las estrellas desde la montaña”, advirtió con entusiasmo.

El tercer día, tras haber cumplido con el pedido del artista Doura, la pareja subirá unos metros más arriba hacia Nido de Cóndores, que es una cueva que los montañistas aprovechan para descansar antes de hacer cumbre. “No vamos a intentar llegar a la cumbre, que es a casi 7 mil metros de altura, porque eso requiere un entrenamiento previo que no tenemos”, aclaró.

Para realizar esta travesía, Lisandro y su pareja se asesoraron con Doura, pero el recorrido lo harán de forma autoguiada, a partir del uso de GPS (con GPX Viewer) y de una aplicación llamada Wikiloc, la cual contiene un mapa del recorrido que se descarga para cuando no hay conexión de los celulares.

Aunque sabe de los varios riesgos que conlleva, Lisandro Valdano dijo estar muy tranquilo con los planes: “Los senderos están demarcados, y son costeando siempre los valles y ríos. Contratamos el hospedaje y la comida en ambos campamentos”.

Como se mencionaba previamente, son varios los riesgos: “Que tengamos una avalancha, un fenómeno natural que es totalmente impredecible, ya que sucede en días de clima normal. Es bajo el riesgo en el camino que nosotros tomaremos (que es sin escalar), pero si ocurre, en ese caso, es muy probable no sobrevivir”.

A pesar de toda la organización y del esfuerzo, también hay cierta posibilidad de no cumplir el objetivo de colocar el césped en la galería: “En la base Confluencia hay médicos que te revisan y dan el permiso o no de ascenso según el estado físico que observen, ante la presión de mayor altura. Y la brecha climática es muy amplia: si hay sol, de tarde puede hacer 20 grados, y de noche, puede bajar a -20”.

La pareja tiene la aventura decidida: “Vamos con la idea de respetar la montaña, subir con equipos impermeables que soportan frío, nieve y lluvias, pero no somos profesionales del montañismo. Que lo logremos, dependerá de la montaña, y en ese caso, vamos a ser superfelices. Y si ganamos el Guinness mejor”.