Según una investigación reciente, en la dark web circula una base con más de 6 millones de tarjetas de crédito robadas, de los cuales, 17 mil pertenecen a argentinos.
De acuerdo a la información relevada por Clarín, dos de cada tres tarjetas (62%) venían empaquetadas con al menos algún tipo de información privada, como una dirección, un número de teléfono, una dirección de correo electrónico o incluso el número de la seguridad social, según informó NordVPN, firma especializada en ciberseguridad.
El total exactos son 16.792 las tarjetas de los argentinos, cifra que lo convierte en el 17º país más afectado a escala mundial. Los investigadores estimaron que el precio medio de estas tarjetas en la dark web es de 544 pesos, tres veces menos que el promedio mundial, que alcanza los 1.560 pesos.
En tanto, se reveló que 3.000 de esas tarjetas incluían el domicilio de sus propietarios argentinos, 2.000 traían el número de teléfono, 1.500 las direcciones de correo electrónico y unas 70, la fecha de nacimiento de sus propietarios.
Cerca de 3 millones (58,1%) de las tarjetas de crédito robadas que se analizaron procedían de Estados Unidos. Sin embargo, ocupa el quinto puesto en el ranking de índice de riesgo, después de Malta, Australia, Nueva Zelanda y Eslovenia. Argentina se situó en el puesto 25º.
¿Cómo evitar ciberataques?
Hay que saber detectar el phishing. Es el ataque más popular del mundo, basado en técnicas de ingeniería social. Si llegan mensajes promocionales que incluyen links o archivos adjuntos, evitar hacer clic o descargar contenido. Una forma para evitar caer en trampas es asegurarse que la marca del sitio o mail remitente esté bien escrita. Verificar la reputación de los vendedores online y que el sitio sea el oficial.
Usar internet con conexiones seguras. Proteger la red Wifi hogareña con una contraseña robusta y, en lo posible, evitar compartirla. Al hacer transacciones fuera de casa no utilizar las redes públicas sino los datos del celular.
Habilitar factores de autenticación adicionales. Muchos bancos y plataformas de compra online permiten habilitar la opción de un segundo factor de autenticación, basado en un código de única vez que llega, por lo general, vía SMS. Es fundamental, tanto para compradores como para las empresas o instituciones financieras, aumentar los niveles de seguridad de los accesos.
Buscar señales de seguridad. Todos los sitios deberían de contar con protocolos de seguridad propios. Es Importante: seleccionar la opción "No", ante la consulta si desea guardar los datos de la tarjeta para futuras compras.
Evitar ingresar los datos de la tarjeta dos veces. Mientras se demora el tiempo de aprobación del pago, es recomendable no “refrescar” al navegador, y por supuesto, no compartir los datos de la tarjeta con desconocidos.
No enviar contenido personal por canales poco seguros. Tener cuidado con el envío de datos sensibles como foto. de la tarjeta de crédito/débito y del DNI/pasaporte a través de medios no seguros como chats, WhatsApp, mail o links en la nube.
Estar atentos a las estafas de los códigos QR. Desactivar en el celular la opción de abrir automáticamente los enlaces de los QR, no escanearlos si son de dudosa procedencia, desconocidos o no oficiales y, al escanearlos, revisar si la URL de la página web a la que redirigen es la correcta.
Tener control del movimiento físico de la tarjeta. Para evitar ser víctima del robo de datos y el skimming, es decir, la captura de datos de la banda magnética, no entregarle las tarjetas a cualquier persona.
Instalar las actualizaciones del sistema operativo y del software. Asegurarse de que todos los dispositivos utilizados en la red cumplan con esta política.
Ser consciente de la huella que se deja en Internet. Dejamos información personal en las redes sociales y otros sitios de internet que eventualmente puede ser usada en nuestra contra.