Los principales diarios de Argentina publicaron esta semana una solicitud pública al embajador ruso en nuestro país exigiendo la liberación del periodista de Wall Street Journal Evan Gershkovich quien fuera detenido por Rusia el pasado 29 de marzo. Según el texto firmado por más de 60 editores de todo el país, la detención “acentúa las presiones del Gobierno Ruso contra la prensa en todo el mundo”.
Evan Gershkovich, del Wall Street Journal, fue detenido mientras realizaba una cobertura periodística en distintos ámbitos de ese país, lo que lo convierte en el primer periodista estadounidense detenido en Rusia por los cargos de espionaje desde la Guerra Fría. La empresa periodística norteamericana negó las acusaciones en su contra y ha pedido su liberación inmediata. Esto mismo hizo el presidente de EE.UU Joe Biden y distintos líderes gubernamentales y medios de comunicación de distinto lugares del planeta alineados con la preocupación norteamericana.
La solicitada argentina que exige la libertad del periodista fue firmada por 63 editores del todo el país. El vocero fue el actual presidente del Comité Estratégico en Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), Guillermo Ignacio, quien aseguró que la detención dejó una secuela peligrosa para la libertad de expresión. “Seguimos un mecanismo que en Europa ya han hecho: las principales Asociaciones de Prensa de Alemania, Francia y Gran Bretaña, entre otros han publicado anuncios pidiéndole al cuerpo consular ruso la urgente liberación del periodista”.
El periodista norteamericano es hijo de un matrimonio judío de origen ruso. Si bien toda la familia vive en Estados Unidos, Evan reconoció haber sido criado en su hogar bajo un cobijo cultural ruso. En un texto escrito desde la cárcel (en puño y letra) a sus padres les dijo que no está perdiendo la esperanza. "Leo, hago ejercicio y estoy tratando de escribir. Tal vez, finalmente, voy a escribir algo bueno”, bromeó en la carta manuscrita, fechada el 5 de abril, como primer contacto que ha tenido con su familia desde su arresto.
La carta estaba escrita en ruso, el idioma que habla en casa con sus padres. Su madre, Ella Milman , dijo que su hijo hizo esfuerzos por mantener el ánimo de su familia. “Mamá, lamentablemente, para bien o para mal, me preparaste bien para la comida de la cárcel”, escribió. “Por la mañana, para el desayuno, nos dan crema de trigo caliente, cereales de avena o gachas de trigo. Estoy recordando mi infancia”, agregó.
Para el vocero del Kremlin, Dimitr Peskov, el periodista estadounidense recopilaba información secreta sobre las actividades de un complejo industrial militar. “Fue atrapado con las manos en la masa. Monitoreamos a todos los medios extranjeros a diario y sabemos que él ha publicado”, manifestó esta semana. De ser considerado culpable, le puede caer una pena de 20 años de prisión.
Para el directivo de Adepa, Guillermo Ignacio, es un alerta sobre la nueva avanzada rusa contra la prensa extranjera en ese país. “Esto es grave, es un advertencia a todos los periodistas del mundo que quieran trabajar en Rusia”, aseguró.
El texto que publicaron los medios argentinos argumenta que Rusia envía un claro mensaje. “El periodismo dentro de sus fronteras resulta una actividad criminal y los corresponsales extranjeros que desean informar desde Rusia no merecen una protección legal de sus derechos”, dice el texto de Adepa.
“Estamos procurando la mayor repercusión internacional del episodio para sensibilizar a las autoridades y lograr su pronta liberación y además pretendemos que desaparezcan las amenazas contra la libertad de expresión para garantizar la integridad de los demás corresponsales que están trabajando allá”, argumentó el editor Guillermo Ignacio. “No creo que respondan la solicitada de manera inmediata, se me ocurre que el cuerpo consular ruso dará la misma respuesta a todas las solicitadas que publicaron en distintos lugares del planeta. Será la misma respuesta para todos”, agregó.
Para los especialistas, en el sistema legal de Rusia el periodista norteamericano tendrá un largo proceso judicial con pocas esperanzas de absolución. Este episodio, el primero después de la histórica Guerra Fría entre Rusia y Estados Unidos promete sin dudas más capítulos. El mundo ya ha demostrado lo cruel que pueden resultar estos combates.