Olga y su nieta Zaira regalaron este viernes a la mañana café y rosquitas en inmediaciones de 27 de Febrero y Cafferata, zona en la que manejan un comedor comunitario que, aseguran llevan adelante a pulmón. La idea surgió al advertir la necesidad de los vecinos y las temperaturas bajas en la ciudad.
De acuerdo a lo que informaron en De 12 a 14 (El Tres), tres generaciones de mujeres han desarrollado distintas acciones a fin de ayudar a los demás. Olga es la primera, quien hace 50 años atrás, abrió el comedor Gauchito Gil para darles de comer a los habitantes más pobres del barrio.
“Ayudar me da fuerza, no quiero que mis nietos y binietos vivan mal otra vez”, sostuvo y contó que los lunes a la tarde sirve la merienda para las familias del lugar. Recién ahora está tramitando una habilitación formal: hasta el momento, de acuerdo a lo que manifestó, se maneja con donaciones, sus propia contribución y una escasa distribución estatal.
Zaira, su nieta, tuvo la idea de contribuir con un desayuno caliente. “Me levanté a las 5 y cocinamos las rosquitas. “Dimos café y rosquitas, había un poco de vergüenza entonces salimos a repartir por el barrio. Muchos no habían desayunado, estamos muy a fin de mes”, expresó.
Para quienes deseen colaborar con la actividad solidaria de esta familia, pueden comunicarse al 153072538.