La reforma judicial sancionada este jueves en la Legislatura no tiene efecto retroactivo, con lo cual la disposición que establece que los integrantes de la Corte cesan automáticamente al cumplir los 75 años no corre para para los tres que superaron esa edad y, a diferencia de Mario Netri y María Angélica Gastaldi, se negaron hasta aquí a presentar la renuncia. Pero que la situación cambió a partir de la nueva ley quedó claro apenas horas después de la votación, cuando en el marco del acto por el aniversario 451 de la fundación de Santa Fe realizado en Cayastá en el que estuvo al lado del gobernador Maximiliano Pullaro, el presidente del maximo tribunal, Rafael Gutiérrez, dejó abierta por primera vez la posibilidad de dar un paso al costado.

"Espero que la reforma sea para bien. La legislación es para futuro, no para atrás. Estoy pensando en la decisión. Me debo a mi gente del Poder Judicial", respondió a una consulta sobre una eventual renuncia Gutiérrez, quien integra el grupo de los tres que no aceptan irse, junto a Roberto Falistocco y Eduardo Spuler.

El discurso es radicalmente distinto al que había sostenido hasta la sanción de la nueva ley: “Me voy a ir de la Corte el día que yo quiera”, desafió en septiembre. En su declaración de este viernes aparece otra arista en la frase “me debo a mi gente del Poder Judicial”: ¿es el sostenimiento de estructuras judiciales que responden a este verdadero hombre fuerte de la Justicia, con mucho peso sobre todo en los Tribunales de la ciudad de Santa Fe, un elemento posible de negociación para irse por las buenas?

Que el grupo de los tres se vaya por las buenas, es decir renuncias mediante, es el objetivo de máxima del oficialismo provincial, que entiende que aunque la ley no sea retroactiva en sus efectos jurídicos, políticamente ya no tienen argumentos para quedarse: estarían contradiciendo el espíritu de la nueva norma aquellos que deben controlar su cumplimiento.

El autor del proyecto que fue la base de la reforma judicial sancionada en la Legislatura lo dijo con claridad en el programa Radiópolis, de Radio 2: “Lo que pasó ayer es algo muy importante en la historia de Santa Fe. Dos tercios de los legisladores dijeron que hay un cese, que ningún cargo es eterno, que todos tenemos un tiempo y un esfuerzo. Y fue con fuerza de ley. Más allá del mecanismo administrativo, la pregunta es: ¿hay tres personas que están por encima de la ley o la ley está por encima de todo?”, sostuvo el diputado socialista Joaquín Blanco.

Dentro del Ejecutivo, que el gobernador Maximiliano Pullaro firme un decreto que ordene el cese de los tres cortesanos mayores de 75 años que se niegan a renunciar es una posibilidad que manejan, pero no para lo inmediato.

“Lo primero que vamos a hacer pero sin apuro, de manera prolija y ordenada como nos manejamos hasta ahora, es cubrir las tres vacantes que ya hay”, dijo una alta fuente de la administración Pullaro consultada por Rosario3.

Esto quiere decir que apenas esté publicada la ley de reforma judicial, con la ampliación a siete de los integrantes de la Corte y el límite de edad ya mencionado, se abocará a la selección de tres candidatos cuyos pliegos elevará a la Legislatura, para iniciar un proceso que de acuerdo a la nueva norma debe contemplar la paridad de género e incluir instancias de audiencias públicas en las que los postulantes podrán ser interrogados por representantes políticos y no políticos de la sociedad.

La vacante de Netri y la del nuevo integrante de la Corte se pueden cubrir a partir de fin de diciembre. La renuncia de Gastaldi tiene fecha de abril.

Mientras se avanza en este proceso, se esperarán las posibles renuncias de los otros tres jueces mayores a 75 años. “Insisto, somos ordenados. Paso a paso. Y le decimos a todos que administren la ansiedad, todo está estratégicamente pensado”, dijo la fuente pullarista. Que de todos modos dejó en claro que el objetivo es ir por seis vacantes: de la actual composición de la Corte solo quedaría Daniel Erbetta, el único que no llegó a la edad límite, para completar la nueva integración de siete miembros.

En cuanto cómo se encara la búsqueda de los postulantes para las tres vacantes ya confirmadas, el vocero marcó pautas. “Vamos a proponer a personas que tengan el perfil que necesitamos: transparentes, preparadas, técnicamente solventes, que abracen los valores de la transformación, la eficiencia y tengan cercanía y empatía con la ciudadanía. Nos fijaremos en el mérito y en el perfil: puede ser un juez, un abogado, alguien de la carrera administrativa o académica. No es determinante la procedencia”.

La danza de nombres, claro, ya está, pero en el Ejecutivo por ahora no avalan hasta ahora los rumores que circulan desde hace semanas y muchos creen que se lanzan posibilidades para quemarlas. Una cuestión a observar es cómo se maneja el tema paridad de género: en las tres primeras vacantes se va la única mujer, por lo tanto se entiende que la reemplazará otra. La pregunta es si se contempla para las otras dos la idea de ya ir hacia la paridad o si esa carta se reserva al menos parcialmente para las que tarde o temprano seguirán.

Porque en el oficialismo no se resignarán a sostener a Gutiérrez, Falistocco y Spuler en sus cargos. Si no renuncian, vendrá el decreto de Pullaro, probablemente en los primeros meses del año que viene.

Pero en el Ejecutivo valoran la declaración de Gutiérrez de Cayastá como un eventual cambio de postura y el propio Pullaro tendió, desde el mismo lugar, un puente en esa dirección: calificó a los jueces que quiere fuera de la Corte como gente de bien y dijo que su cuestionamiento no es a la honestidad sino al hecho de que hace treinta años que están en sus cargos y no reúnen las condiciones para encabezar el proceso de reordenamiento y modernización que la Justicia santafesina necesita, algo que –para el gobernador– estaría probado en sus propias trayectorias.