El juicio contra el ex gobernador José Alperovich entró en su etapa final. Este lunes por la mañana, la querella reclamó su condena por "múltiples hechos de abuso sexual de variada naturaleza" en perjuicio de su "entonces secretaria privada y sobrina segunda". Por su parte, el ex senador se mostró visiblemente quebrado, escuchó en silencio la acusación que analizó con detalle cada una de las agresiones que le endilgan. 

La querella que representa a la joven que denunció al ex gobernador de Tucumán aseguró este lunes que él "es autor" de las "violaciones" que sufrió por hechos cometidos entre 2017 y 2018, cuando trabajó como asesora bajo sus órdenes. "Ha cometido varios hechos de abuso sexual, era su secretaria privada y sobrina segunda", disparó al comienzo de su alegato la abogada Carolina Cymerman.

El primer hecho, según la denunciante, fue el 14 de diciembre de 2017 cuando ella junto con Alperovich por primera vez se trasladan a Buenos Aires y terminada esa jornada, ambos fueron al departamento del ex gobernador en el barrio porteño de Puerto Madero. 

Según relató la querella, Alperovich le ordenó a un colaborador hospedarse en otro departamento que él tenía lindante al que estaban él y la víctima. Luego de la cena -relató la querella- él la empezó a manosear por las partes íntimas de su cuerpo, la besó, pese a que ella le dijo que "no quería".

Mientras la abogada seguía describiendo lo que calificó como un "ataque", Alperovich se tomaba su rostro con las manos y lloraba. El 27 de diciembre de ese mismo año, otra vez en un viaje a Buenos Aires y en el mismo departamento se repitió otra situación.

"Ella se encerró en el baño, se duchó y se acostó muy angustiada", relató la abogada sobre el segundo episodio. Luego sucedieron otros tres hechos, el 9, 10 y 12 de febrero del 2018.

En marzo de 2018 ocurrieron dos hechos en distintos domicilios de Tucumán. Uno de ellos el 9 de ese mes cuando Alperovich se bajó los pantalones y la violó luego de haberla manoseado; y el otro el 12: "Me volvió a violar", citó la abogada las palabras de la víctima. 

La querella resaltó el trabajo de los peritos, sobre todo psicológicos, que respaldaron el testimonio de la denunciaste como parte de las pruebas que se ofrecieron en el juicio.