Personal de Intepol detuvo este martes en Bolivia a Damián Reifenstuel, el hombre que estaba prófugo desde fines del 2023 por el crimen de Ivana Garcilazo, la hincha de Rosario Central que fue asesinada a piedrazos tras un clásico de la ciudad el 30 de septiembre de ese año. Estuvo un año y cinco meses evadido de la Justicia, luego de ser identificado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) como uno de los atacantes de la víctima. En Rosario y Pérez era docente de química, era socio de Newell's y tiene un hijo de nueve años con una expareja.

Al momento del crimen, Reifenstuel tenía domicilio en Pérez y se desempeñaba como profesor de química en dos establecimientos educativos, uno en el barrio Puente Gallego de Rosario y otro –la escuela de Enseñanza Media para Adultos “Raúl Héctor García"– en Cabín 9. Sin embargo, desde el homicidio no volvió a aparecer en sus lugares de trabajo. Primero pidió licencia médica y después renunció “por motivos personales”, de acuerdo a los detalles dados a conocer oportunamente por el fiscal Gastón Ávila.

Una vez conocido su pedido de captura, tanto las autoridades como los alumnos que asisten a la escuela ubicada en el límite entre Pérez y Rosario terminaron de confirmar la sospecha que se había generado recién el lunes de esta semana.

Según pudo averiguar Rosario3, Reifenstuel había llegado a la institución a mediados de agosto para cubrir las horas de química que habían quedado vacantes. Si bien su profesión es la de técnico en Gestión Ambiental, se pudo anotar como docente en el escalafón supletorio. Estaba último en la lista, pero consiguió el trabajo tras la negativa del resto. Era la última opción de la institución.

La última vez que dio clases fue el viernes 29 de septiembre, el día antes del clásico. El lunes 2 tenía que volver a las aulas, pero eso no ocurrió. Ese mismo día llamó a la dirección del Eempa para decir que sentía las vías respiratorias afectadas y que creía que tenía coronavirus.

El personal administrativo le solicitó que tramite la licencia ante el ministerio de Educación y los mantenga al tanto. El miércoles, día en el que también tenía que asistir a la escuela, volvió a comunicarse para decirles que se encontraba mejor y que el viernes ya se iba a poder reincorporar.

Pero el jueves algo cambió. Reifenstuel mandó un mensaje en el que les avisaba que su papá estaba viviendo en Alemania y estaba muy mal de salud. “Salgo de una y me meto en otra”, les comentó en un mensaje de audio donde además les dio a entender que tenía que viajar para estar con él.

Pero ante la falta de precisiones, los directivos volvieron a escribirle para saber por cuánto tiempo iba a estar ausente, para saber si lo esperaban o tenían que iniciar nuevamente la odisea de conseguir un profesor.

El viernes 6 le enviaron el último mensaje por Whatsapp para pedirle más precisiones pero el mensaje nunca le llegó.

Sorprendidos por la situación, pero aún sin sospechar que la ausencia estaba vinculada al crimen de Ivana, el equipo directivo de la escuela buscó reacomodar las materias para que los alumnos se puedan ir un poco antes. En el mientras tanto confiaban en poder retomar la comunicación con Reifenstuel para saber cómo avanzar.

Fue recién el lunes 9 de octubre cuando en la escuela comenzó a sobrevolar la hipótesis de que podría ser uno de los involucrados en el homicidio. Ese día el Ministerio Público de la Acusación difundió el video donde se ve a una persona de rojo escapar del lugar del ataque.

La familia de Ivana ya tenía indicios de que Reifenstuel permanecía escondido en la zona de Santa Cruz de la Sierra, por lo que Silvina, hermana de la víctima, viajó por su cuenta para tratar de encontrarlo y difundir lo máximo posible tanto la identidad del prófugo como lo sucedido. 

Según informó este martes la titular del Ministerio Público e la Acusación (MPA), María Cecilia Vranicich, el hombre se hacía pasar por un ciudadano uruguayo y daba clases con un nombre falso en un centro de capacitación a distancia. Fue aprehendido en Samaipata, cerca de donde la familia Garcilazo lo había buscado.

Un hijo y la carta de Vanesa, su expareja


Reifenstuel estuvo en pareja con Vanesa, una chica con la que se habían separado cinco años antes del crimen de Ivana. Con ella tiene un hijo de nueve años llamado Severino.

La mujer compartió una desgarradora carta después del asesinato de la hincha canalla en la que aseguraba tener “mucho miedo” porque tanto ella como el nene sufrieron amenazas luego de que se hiciera pública la identidad del hombre. 

La chica se puso a disposición de la Justicia y de la familia de la hincha de Central asesinada de un piedrazo en la cabeza tras el clásico rosarino del sábado 30 de septiembre. Señaló que, aunque su dolor no se compara con el que atraviesan los seres queridos de Ivana, también su propia familia "está destruida" y expresó que deseaba que Damián se entregue. 

“Siento mucha angustia y desolación. Por acá también hay una familia destruida y un niño de 8 años a quien no encuentro la forma de dar respuestas a sus preguntas. Tengo la certeza de estar sintiendo el dolor más grande de mi vida. Y miedo, mucho miedo. He sufrido amenazas al igual que mi pequeño hijo. Les pido a todos un poco de piedad. Lo pido por favor. A pesar de la distancia, quiero que sepan que estoy cercana al dolor de toda esa familia y de los amigos de Ivana”, escribió Vanesa.

Libros, anotaciones y un perro triste


Pocos días después de que la Fiscalía difundiera la identidad de Reifenstuel junto a la de los otros dos acusados por el crimen, los vecinos del hombre que estuvo prófugo en Bolivia hasta este martes saquearon y destruyeron por completo su casa en el barrio Villa América de Pérez.

Así, quedaron al descubierto sus cosas, sus libros, anotaciones suyas o de alguien más, pero que lo acompañaban. También un perro, que primero escapó pero luego volvió al lugar, acaso con la esperanza de que también lo hiciera su dueño, que seguía prófugo. 

Una foto del prófugo capturado este martes en Bolivia junto a su perro, en la casa de Pérez donde vivía. (Rosario3)

La propiedad fue prácticamente desmantelada. En el patio de la cabaña, entre la vegetación frondosa, quedaron apuntes desperdigados, anotaciones íntimas, maderas, un colchón percudido y un instrumento musical. También pudo verse a dos jóvenes cargando las dos hojas del portón de acceso.

Imputados y detenidos


La investigación por el asesinato de Ivana Garcilazo tiene a dos personas detenidas e imputadas. Se trata de Ariel Cabrera y Juan Carlos Massón, identificados y luego capturados en las semanas posteriores a la fecha del crimen. Ahora se les sumará Reifenstuel.

Según el fiscal Ávila, los tres miraron el clásico juntos en un domicilio de Catamarca e Iriondo, junto a otras tres personas, y después los tres mencionados se dirigieron a pie hasta Ovidio Lagos y Montevideo, donde comenzaron a tirar baldosas a automovilistas y motociclistas referenciados con Rosario Central.

Además, Reifenstuel y Cabrera se reunieron en la casa del primero en Pérez el 30 de septiembre para diagramar acciones en procura de su impunidad.