El temporal seguido de catastróficas consecuencias que sufre parte de España desde el martes fue causado por una dana, que es es el acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos.
Se trata de un fenómeno atmosférico que popularmente se denominó gota fría, sobre todo en la zona mediterránea, y que en forma de masa de aire que se desprende por completo de una corriente muy fría, que desciende sobre otra de aire caliente produciendo grandes perturbaciones atmosféricas.
Éstas llegan acompañadas de precipitaciones muy intensas y que pueden permanecer casi estacionarias durante días. En este caso, azotan desde el martes con saldo fatal la Comunidad Valenciana (este) y Castilla-La Mancha (centro), por lo que el Gobierno decretó tres días de luto.
En esas regiones, sobre todo en Valencia y su zona de influencia, la dana causó, al menos hasta la tarde de este miércoles, 95 muertos, un indeterminado número de desaparecidos y cuantiosos daños por unas inundaciones torrenciales.
En lugares como la península Ibérica, aparece cuando un frente de aire polar muy frío, una corriente en chorro, avanza lentamente sobre Europa Occidental, a gran altura (normalmente 5 a 9 kilómetros) y que, al chocar con el aire más cálido y húmedo del mar Mediterráneo, genera fuertes y dañinas tormentas.
Con el término “gota fría” se designa en meteorología a un volumen limitado de aire frío en los niveles altos de la atmósfera, que en una carta meteorológica se presenta rodeado con isotermas (línea que une los vértices en un plano cartográfico) cerradas.
Ésta es “la peor gota fría del siglo”, según el primer balance realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y la crecida de los ríos y las inundaciones están dejando imágenes de desastre total en muchas localidades.
La Aemet alertó para este miércoles que se registrarán chaparrones muy fuertes y tormentas en la mitad norte, que remitirán de sur a norte durante la tarde.
De hecho, el Gobierno regional de Cataluña ya lanzó un aviso de “tiempo violento” en la provincia de Barcelona, ante la previsión de rachas de viento de más de 90 kilómetros por hora y granizo de más de dos centímetros de diámetro.