El precio del Bitcoin, la criptomoneda más valiosa del mundo, se vio afectado durante los últimos días a raíz del halving, un evento característico de este activo digital que tuvo lugar el viernes pasado y redujo a la mitad la recompensa que se le otorga a los llamados "mineros" por la creación de nuevos bloques en su red de blockchain.
El valor de mercado de Bitcoin superó los USD 65.000 el viernes, cuando se consolidó el cuarto halving, que generalmente impulsa aumentos en su cotización. Un mes antes del halving, esta criptomoneda marcó un nuevo máximo histórico alrededor de los USD 73.730, mientras que llegó a aumentar más de un 90% solo en el primer trimestre del año.
Esta dinámica, conocida para quienes apostaron por Bitcoin desde sus inicios, se desprende de los principios fundacionales de esta criptomoneda, plasmados en su white paper del 2009 bajo la firma de Satoshi Nakamoto. Lo que ocurre en el halving, esa reducción a la mitad de la recompensa que se recibe por cada nuevo bloque que se suma a la blockchain, es que se reduce el ritmo de emisión y, por lo tanto, la oferta del activo.
El objetivo de esto es que, si la demanda se mantiene constante o sube, el precio de Bitcoin debería apreciarse dado que la generación de nuevas unidades de esta criptomoneda se reduce con el tiempo, aunque sigue requiriendo del mismo poder de cómputo.
Esa emisión limitada y predecible, que hace que la cantidad máxima de Bitcoins en circulación sea fija e inmutable, es lo que la diferencia del dinero fíat, cuya oferta aumenta o disminuye dependiendo de la política monetaria adoptada por el Banco Central de cada país para controlar el flujo de las monedas locales.
El primer halving –evento que ocurre aproximadamente cada 4 años, o cada 210.000 bloques minados– tuvo lugar en 2012, cuando la recompensa por minar un Bitcoin era de 50 BTC. Y aunque esa cifra hoy vale una fortuna, por aquellos años representaba una cantidad de dinero ínfima, dado que Bitcoin llegó a valer 1 dólar recién en 2011.
Con el segundo halving, en 2016 el incentivo bajó a 12.5 BTC y el Bitcoin mantuvo su precio alrededor de los 600 dólares, mientras que un año después llegó a los 2.500 dólares. Con el tercer halving, en mayo del 2020, el monto de recompensa pasó a ser de 6.25 BTC. En ese momento la criptomoneda pasó de menos de 7.000 dólares por unidad a casi USD 10.000 en solo un mes, y al año siguiente llegó a superar los 60 mil dólares.
En 2024 y con el más reciente halving, en tanto, la recompensa pasó a ser de 3,125 BTC.
Qué es el minado de Bitcoin
El minado implica la resolución de complejos cálculos matemáticos a través de los cuales se generan nuevos bloques para la blockchain, en donde se validan y registran públicamente todas las operaciones y transacciones realizadas –en este caso– con Bitcoin. Y la recompensa es el incentivo para los mineros, quienes están detrás de cada nodo y permiten el funcionamiento de la red.
Este mecanismo tiene características similares al de la extracción de metales preciosos como el oro, donde la cantidad extraída disminuye con el tiempo, lo que puede contribuir a su apreciación en el mercado.
Así como las reservas de oro y otros metales preciosos son limitadas, la cantidad total de Bitcoins que se emitirá será de 21 millones, y se estima que ese número se alcanzará en el año 2.140. Actualmente ya se han minado más de 19 millones de Bitcoins.
Más usuarios y reconocimiento institucional
Aunque el halving como acontecimiento no es algo inédito, el contexto en el que se produjo en esta ocasión es diferente a los anteriores. Para empezar, desde el tercer halving, la base de usuarios de criptomonedas sumó por lo menos 400 millones de personas.
En 2020, el número de propietarios de criptomonedas en todo el mundo rondaba los 100 millones de usuarios, según estimaciones del Cambridge Centre for Alternative Finance (CCAF). Y a finales de 2023, el número de usuarios mundiales de criptomonedas alcanzó los 580 millones de personas, según estimaciones del exchange de criptomonedas Crypto.com.
Además, el halving 2024 es el primero desde la creación de los fondos cotizados (ETF) de BTC, aprobados en Estados Unidos a principios de este año. Esto abrió la posibilidad de que inversores institucionales comenzaran a invertir en Bitcoin.
Estos factores, según la mirada de distitnos analistas, generan un panorama de expectativas positivas con respecto a la evolución del Bitcoin durante lo que queda del 2024 y el 2025.