El gobernador Maximiliano Pullaro reveló, con emoción, que su soporte espiritual en lo personal y laboral es el padre Ignacio y referentes del cristianismo a quienes les adjudicó, en parte, los cambios que considera favorecieron la seguridad de los santafesinos.  Ratificó que es “un hombre de fe” y aseguró: “Siento mucha paz en este cargo y tranquilidad para tomar las decisiones, nada me altera y siento que las cosas van a estar mejor”.

Es viernes 21 de junio, feriado. A las 8 de la mañana, el gobernador santafesino dialoga con Radiópolis (Radio 2) desde casa de Gobierno donde ya está trabajando. Hace algunas horas, fue protagonista del acto por el Día de la Bandera, que este año tuvo la presencia del Presidente con quien se fundió en un abrazo. Consultado sobre cómo ve y qué piensa de Javier Milei, no duda en mostrar adhesión, pero con distancia: “Es una forma de gobernar distinta. Hay un objetivo de fondo compartido por Santa Fe que es equilibrar las cuentas públicas. El camino es el ajuste a diferentes sectores, también a las provincias, intenté remarcarlo ayer en los discursos”, señaló.

El abrazo de Pullaro con el Presidente en el Monumento a la Bandera (Gobierno de Santa Fe)

Luego, profundizó sobre la administración nacional y las diferencias con su impronta en la gobernación: “Gestiona desde otro lugar, el gabinete toma los temas en particular. Yo por mi forma, a las 7 estoy acá, intento tomar cada uno de los problemas, los desafíos y oportunidades. Milei lo relega en un equipo que sí escucha, muchas veces dice que no, otras que sí, pero gestiona de manera distinta”, estableció.

Pullaro remarcó que comparte con el libertario “el objetivo de fondo, no la forma para transitar el camino” y justificó al respecto: “Milei vivió toda la vida en Capital y yo en un pueblo, mi mirada es la del trabajo, la producción y la industria, no veo otra cosa”.

Para el gobernador, los funcionarios de la Casa Rosada “piensan desde el mundo financiero, el extractivismo, la minería y la energía” y precisó en ese sentido: “El Rigi apunta centralmente a eso. Yo siento que el campo y la industria siempre sacaron a la Argentina adelante, mi cabeza no puede diseñar otra forma, pero Santa Fe se va a adaptar para prestar servicio a la minería, tenemos tecnología, maquinaria, personal capacitado. Vamos a ser el tractor que empuje a la Argentina para sacarla adelante”.

Tras confirmar que acepta la convocatoria presidencial a firmar el llamado pacto de Mayo el 9 de julio próximo, analizó sobre el escenario que, actualmente, presenta la economía del país: “Hay números a la baja de inflación, si se logran las inversiones después de la ley Bases, Argentina puede arrancar su economía y seguramente estemos todos mejor” consideró con optimismo. “Ahí Santa Fe tiene su oportunidad por su campo, su industria, el conocimiento –enumeró- Vamos a estar muy bien, Santa Fe va a estar muy bien”, volvió a entusiasmarse.  

Sin embargo, admitió que empiezan a advertir falta de empleo en algunas áreas de economía. “Se ha perdido poder adquisitivo en empleados, en clase media, muchos que están recurriendo al Estado por partidas de medicamentos y alimentos. Pero como ya ha dicho la vicegobernadora (Gisela Scaglia) mientras estemos en la Casa Gris, a ningún santafesino le va a faltar medicamentos o alimentos”.

Pullaro en su discurso en el Monumento a la Bandera (Alan Monzón)

Dios

El gobernador habló de su propia seguridad en el marco de las numerosas amenazas recibidas. Negó que cuente con custodia, ni cuando sale a correr ni cuando asiste a alguna actividad protocolar. “Soy un tipo de fe –explicó- Creo que en una sociedad tan golpeada no corresponde que las autoridades estemos rodeadas por un cuerpo que nos cuide”, manifestó, aunque rescató: “No me arriesgo, no aviso, no adelanto mi agenda, tengo altos niveles de resguardo, no soy zonzo”.

“He perdido muchas cosas, hay muchas actividades que no hago por la logística de recursos humanos, pero no voy a tener custodios las 24 horas fuera de mi casa o cuando voy a correr. La gente demanda que seamos personas normales y que nos pase lo que le puede pasar a cualquier ciudadano”, observó.

Autodefinido como "un hombre de fe", remató: “Siento mucha paz en este cargo y tranquilidad para tomar las decisiones, nada me altera y siento que las cosas van a estar mejor”.

¿Qué le permite a Pullaro mantener semejante entereza que asume? El gobernador reveló su anclaje emocional: “Tengo la gracia de hablar con Ignacio –dijo sobre el sacerdote de barrio Rucci- Mucho me ha ayudado cuando fui ministro de Seguridad y sufría mucho. Me emociono –reconoció y algo de eso se develó en el tono de su voz- porque me sentía responsable de lo que pasaba, creía que era culpa mía. Lo vi en varias oportunidades y me ayudó a entender”, sorprendió.

También, confió que tiene un profundo vínculo con los pastores cristianos Walter Ghione y David Sensini. “Yo soy católico, lo que más me ata es la figura de Ignacio, pero tengo excelente relación con estos pastores”.

Minutos antes, había considerado que la intervención espiritual de este sector religioso había contribuido a mejorar las condiciones de seguridad en la provincia. “Ayudó mucho todo. El gobierno nacional, por eso correspondía que le agradeciera (en el acto del 20 de Junio), la Justicia en Santa Fe que trabajó de forma distinta, la Legislatura para ajustar la calle y la cárcel, la Policía nuestra que tiene un liderazgo diferente y está muy comprometida, ayuda mucho el Servicio Penitenciario que nos permite trabajar de una manera diferente, y otras provincias como Buenos Aires con su respaldo -este mes le devolvemos las camionetas, aclaró- y hay ayuda espiritual, muchos cristianos en los barrios con un discurso diferente”.

A pesar de que “este conjunto de cosas, muy paulatinamente, hace que la situación de la seguridad se perciba mejor, no hay que relajarse”, apuntó. Y manifestó en ese aspecto: “Quiero leyes más duras para Santa Fe, un Servicio Penitenciario y una Policía más duras porque acá se cometieron delitos muy graves que impactaron y nos movilizaron. Necesitamos seguir poniendo orden”.