A causa de la pronunciada bajante del río, en Rosario hay poco pescado para el consumo y una foto de eso es la zona de puestos en La Florida, donde muchos cerraron o cambiaron de rubro.
De doce negocios en ese sector ribereño (Eudoro Carrasco al 3200), apenas un par resisten pero con oferta reducida: sólo venden sábalo, tarucha y algo de dorado, y todo a precios incrementados por la escasez, según reflejó este martes el móvil de Radio 2.
“Está complicado. Sale muy poco porque está bajo el río, entonces el pescado dispara y no está saliendo. Sale sábalo nomás, o vamos a la laguna (sobre el Paraná Viejo) a buscar taruchas”, contó Gustavo, pescador y comerciante del rubro.
Una mujer del lugar precisó: “De los doce puestos hay dos o tres abiertos. La gente viene a buscar pescado y no hay. Además, cuando no sale aumenta y la gente no quiere pagar eso”.
Por caso, el sábalo, una de las especies más baratas, está a 4 mil pesos el kilo, cuando normalmente cuesta la mitad, mientras que el filet de tarucha, recomendada por su “carne blanca que parece pollo”, se vende a 6 mil pesos por kilo.
La puestera contó casi todos los locales que no bajaron persianas se reconvirtieron: en esas dos cuadras ahora hay minimarket, verdulería, pollería o venta de plantas.
Los pescadores señalaron además que otro factor que los afecta negativamente es el costo del combustible para salir con sus embarcaciones: cada noche necesitan entre 20 y 30 litros de nafta, y con resultados magros al regreso.
El río Paraná sigue en un período de aguas bajas y no hay un pronóstico alentador. Según la previsión del Instituto Nacional del Agua, la permanencia en esta situación será al menos hasta el 3 de septiembre pero el fenómeno seco de La Niña en el próximo verano asoma como un factor que atentará contra una recuperación plena del caudal, informó Visión Campo.