Un nuevo brote de Covid-19 preocupa a una de las principales ciudades del gigante asiático. Se trata de Chengdu, ubicada al suroeste del país y con casi 20 millones de habitantes. Según informaron sus autoridades a EFE, está bajo confinamiento desde este jueves con el objetivo de frenar una nueva ola de contagios.
En el comunicado oficial se detalla que sólo una persona por domicilio podrá salir a comprar productos esenciales y además, tendrá que presentar un test de coronavirus negativo de las últimas 24 horas. Respecto a otra de las medidas, los servicios de taxi y de bicicletas públicas están suspendidos aunque no decretaron la paralización del transporte público, sino un "ajuste de su frecuencia".
Chengdu registró este jueves 157 nuevos contagios y 51 no presentaron síntomas, según contaron los médicos. "Es anormal, complejo y sombrío", explican. Las medidas, según el escrito oficial, pretenden "detener con decisión la propagación del brote y garantizar la salud de todos los ciudadanos".
Además de los hisopados masivos y los confinamientos, el país mantiene sus fronteras prácticamente cerradas al exterior desde el inicio de la pandemia. De hecho, desde marzo de 2020, China no recibe turistas sino sólo viajeros nacionales y algunos extranjeros con permiso de residencia.