Las autoridades de Francia detuvieron este fin de semana al empresario tecnológico ruso Pavel Durov, reconocido por ser el creador de la aplicación de mensajería Telegram. Su detención tuvo lugar luego de que se emitiera una orden de arresto en su contra en el marco de una investigación en la que se le atribuyen cargos vinculados con la difusión de material ilícito de su plataforma.
Telegram se ha convertido en un servicio clave para la comunicación en países con regímenes autoritarios o bajo conflictos –como Rusia y Ucrania–, en los que la población lo aprovecha para intercambiar ideas dado que sus creadores prácticamente no ejercen control sobre lo que se comparte mediante los chats. Su protocolo de cifrado para los mensajes, que solamente pueden leerse en los dispositivos que los envían y reciben, se convirtió en un estándar en la industria con el correr de los años.
Desde su lanzamiento en 2013, ha consolidado una base de más de 900 millones de usuarios activos. Pero la falta de control también la ha convertido en un espacio de libre circulación para la desinformación, los discursos extremistas y de odio y otros contenidos nocivos.
Es por esto que las autoridades francesas acusan a Durov de fraude, tráfico de drogas, crimen organizado, lavado de dinero, promoción del terrorismo y abuso sexual de niños.
Durov, de 39 años, fue detenido el sábado por la noche en el aeropuerto de Le Bourget, cerca de París, tras aterrizar en un avión privado procedente de Bakú, en Azerbaiyán, según informó la prensa francesa.
"Pavel Durov acabará definitivamente en prisión preventiva. En su plataforma, permitió que se cometieran un número incontable de delitos y crímenes respecto a los cuales no hizo nada para moderar o cooperar" con las autoridades, aseguraron fuentes judiciales de Francia citadas por la prensa francesa.
Durov permanecía bajo custodia policial desde su detención, que podría extenderse hasta un máximo de 96 horas dependiendo de la gravedad de las acusaciones penales, según establece la legislación francesa.
Por su parte, el abogado del empresario, Dmitry Agranovsky, afirmó que la detención es "absolutamente ridícula" y constituye un ataque a la libertad de expresión.
Quién es Pavel Durov
Pavel Durov nació en 1984 en Leningrado (actual San Petersburgo) y actualmente reside en Dubái, donde también se encuentran las oficinas centrales de Telegram.
A sus 22 años, y mientras estudiaba Matemáticas Aplicadas y Ciencias de la Computación en la Universidad Estatal de San Petersburgo, Durov desarrolló una plataforma para que sus compañeros pudieran intercambiar apuntes e información académica, proyecto calcado al de Facebook en Estados Unidos.
Esta red social llamada VKontakte se convirtió en la más importante de Rusia, y llego a costarle a su creador el exilio de ese país en 2014, cuando perdió el control de la plataforma y declaró que los servicios de seguridad rusos habían irrumpido en su departamento para obligarlo a retirar material político de la oposición.
Un año antes, cuando ya era foco de presiones políticas, Durov decidió crear Telegram para contar con una plataforma de mensajería sin censura y con resguardo de la privacidad, en la que pudiera comunicarse con su hermano sin temor a que los estuvieran espiando, según contó él mismo.
La fortuna personal de Durov, padre de cinco hijos que comparte con dos exnovias, asciende a USD 15.500 millones según Forbes.
El creador de Telegram se caracteriza por mantener un perfil bajo, lo que lo distingue de otros magnates del sector como Elon Musk y Mark Zuckerberg, y por no brindar muchas entrevistas. En las contadas ocasiones en las que ha hablado públicamente, se ha manifestado como un acérrimo defensor de la libertad de expresión, mientras que también se le conocen oponiones a favor de la descentralización de internet y la resistencia a la vigilancia estatal.
Después de dejar Rusia, Durov tramitó un pasaporte francés y la ciudadanía de Emiratos Árabes Unidos y otros países, incluyendo San Cristóbal y Nieves, para gozar de mayor libertad de movimiento y evitar la jurisdicción de gobiernos que intentan controlarlo.
Libertad de expresión
La detención de Durov despertó un intenso debate sobre los intentos de diferentes gobiernos de regular la discusión en plataformas como Telegram y redes sociales como Facebook y X, un tema que durante los últimos años se coló en las agendas legislativas de Estados Unidos y Europa.
En el caso del servicio de mensajería de Durov, las características que lo convirtieron en una alternativa atractiva –y también en foco de críticas de especialistas– fueron la posibilidad de crear grupos de hasta 200 mil personas, el soporte para almacenar y enviar archivos de gran tamaño, la ausencia de restricciones a la hora de compartir enlaces y también su función para interactuar con bots.
La discusión por la falta de control sobre los contenidos que circulan en esta plataforma se intensificó durante los últimos años, dado que organizaciones terroristas, narcotraficantes, traficantes de armas y grupos de extrema derecha la han utilizado para comunicarse, reclutar y organizarse.
Tras la detención de Durov, Telegram difundió un comunicado negando las acusaciones que se le imputan a su director ejecutivo y fundador, y en el que afirmó que cumple con las leyes vigentes. "No tiene nada que esconder", aseguró la empresa.
"Pavel Durov no tiene nada que esconder y viaja frecuentemente a Europa", indicaron desde la compañía, y remarcaron que Telegram "cumple las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales", por lo que "su moderación está dentro de los estándares de la industria".
"Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos" en dicha plataforma, añadió la empresa.
También salió a apoyar a Durov Elon Musk, propietario de X, que compró la ex Twitter justificándose en la postura de no intervención mediante la moderación de contenidos.