Un nuevo "bautismo" o "rito de iniciación" pone al Ejército en el centro de la polémica. En esta oportunidad, 35 soldados fueron rociados con cal viva en Córdoba; 20 de ellos debieron ser hospitalizados por quemaduras en el esófago, estómago y pulmones.
En las imágenes que se difundieron, se observa el momento exacto en el que a los jóvenes, arrodillados uno al lado del otro, les arrojan cal en sus rostros. Previo a eso, un superior les gritaba "¡Paracaidista!" para que al momento de tirarle el polvo blanco respondieran "¡Siempre!" y quedaran con la boca abierta.
En total fueron 35 los jóvenes a los que sometieron a ese "bautismo", pero al menos 20 resultaron con quemaduras en el esófago, estómago, pulmones, en las vías respiratorias y ojos, de acuerdo a lo que detalló Jerónimo Argañaraz, abogado de uno de los denunciantes, en Noticiero 12.
Según trascendió, la práctica fue motivada para "celebrar" su formación como soldados en el Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba. Si bien la noticia trascendió en las últimas horas, el hecho ocurrió el pasado 17 de mayo.
El comunicado del Ejército
Desde el Ejército Argentino emitieron un comunicado en el que aseguran que se trató de una confusión. "A modo de celebración por la finalización del curso, se les arrojó harina y sidra sobre los 221 paracaidistas recientemente egresados. A un grupo de 35 efectivos y por un error de quienes debían llevar el material, se les arrojó cal en lugar de harina", señalan en el escrito.
También indicaron que se ordenaron "actuaciones disciplinarias internas, en el marco de las cuales se determinó la existencia de una falta disciplinaria por falta de control" y aclararon que "a todos los responsables se les impusieron las correspondientes sanciones disciplinarias".
Cabe recordar que estas prácticas de "ritos o ceremonias" están prohibidas desde 2022 tras la muerte de Matías Chirino en Corrientes. En ese momento, la decisión fue tomada por el Ministerio de Defensa de la nación a cargo de Jorge Taina y establecieron que el incumplimiento fuera considerado como "falta gravísima" en los términos del artículo 13 Anexo IV de la Ley 26.394, "sin perjuicio de otras faltas que pudieran ser aplicables".
El brutal "bautismo" militar que dejó a un cabo parapléjico
Michel Verón ingresó al Ejército Argentino en 2016. Luego de seis años en el regimiento de infantería Monte 30 de Misiones, el cabo rindió un examen con la ilusión de obtener un ascenso. Aprobó y el 8 de julio de 2022 sus superiores le hicieron "una bienvenida" que puso en riesgo su vida y terminó con una grave lesión medular que no le permite mover piernas ni brazos.
"Pensábamos que era un agasajo, compartir con los camaradas después de seis años en la unidad, con gente conocida. Nos ordenaron tomar bebida alcohólica, nos dieron un hueso a cada uno y dijeron que no podíamos soltarlo hasta que termine la bienvenida. En el ejército te dan una orden y la orden se cumple", contó meses atrás en Telenoche (El Tres).
"La tercera vez que nos dijeron que nos metiéramos a la pileta no recuerdo si me empujaron porque caí de una forma muy mal que me lesionó la médula y me cambió la vida", señaló Verón y dijo que le suplicó a su superior asistencia médica y la respuesta que recibió fue "sos un tierno, volvé a la pileta". Pero la lesión del cabo no le permitía levantarse del piso y estuvo seis horas sin ningún tipo de asistencia médica a pesar del dolor.