El domingo pasado comenzaron los trabajos en la nueva fachada del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro). La obra creada por Florencia Meucci y Manuel Cuccurell, titulada “Paint's not Dead”, propone una nueva intervención en los silos de bulevar Oroño y el río que, de ahora en adelante, lucirán de color rosa. El inicio de las tareas contó con un público multitudinario que aplaudió calurosamente a los artistas. Sin embargo, cuando retomaron la intervención este lunes, hubo inconvenientes que despertaron reclamos de vecinos.  

Es que, por efecto del viento que sopló fuerte, la pintura también cayó sobre la calle y la vereda de la avenida de la Costa, salpicando autos y hasta árboles, pese al uso de un dispositivo diseñado especialmente para la performance. Hasta algunos peatones que pasaban por allí se fueron con algunas gotas en su cuerpo.

Algunas imágenes publicadas en las últimas horas en redes sociales ponen de manifiesto cómo el rosa manchó distintos sectores de la vía pública y no solo sobre los tradicionales e imponentes silos que dominan el paisaje ribereño en esa zona de la costa central rosarina. 

La pintura rosa sobre la vereda y los árboles cercanos al museo.

“Tengo las suelas de las zapatillas rosas”, escribió la usuaria @agustinaai en su cuenta de X. “Que GILADA lo que hicieron con los silos de Rosario”, agregó @lu_onocko junto a una foto que muestra el césped a los pies del Macro completamente teñido de rosa por la pintura. “Qué desastre lo de los silos. Pintaron árboles, veredas, autos, la calle”, expresó otro usuario y periodista de la ciudad, Andrés Cánepa, también en X. 

Este miércoles, diferentes actores involucrados en el proyecto mantuvieron una reunión para abordar la situación y explicaron a Rosario3 que van a elaborar un "protocolo" de trabajo para evitar que vuelva a ocurrir en la continuidad de las tareas. 

“El problema fue el viento, que iba y venía. Había ráfagas y después calmaba. Ahora vamos a tomar todas las precauciones para que no ocurra nada. Cuando sea necesario vamos a cortar la calle con agentes de Control y vamos a embalar los árboles previamente para que queden intactos”, expresó Roberto Echen, director arístico del Macro.

Así quedó la fachada del museo tras la primera jornada de trabajos.

El proyecto en un lugar icónico


 

La obra se lleva a cabo en dos etapas. La primera de ellas es el registro y consiste en tareas de impermeabilización y fondeo, seguidas de la aplicación de una base de pintura sobre toda la superficie. La segunda etapa es el chorreado, que se empezó a ejecutar el domingo. La renovación de la fachada del Museo Macro es un trabajo conjunto de las Secretarías de Obras y Planeamiento y de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.

La Secretaría de Cultura del municipio recordó que, desde hace más de una década, la fachada del museo se prepara periódicamente para lucir una nueva imagen y cambiar un destacado sector del paisaje rosarino.

Desde su inauguración en 2004, la fachada del Macro fue intervenida por cuatro artistas distintos. El primero fue un proyecto de la arquitecta Cintia Prieto. En 2010, Martín Marcos Agüero propuso un diseño en homenaje al trabajador portuario. Y desde 2017 se puede ver la fachada actual, propuesta de los arquitectos Ezequiel Dicristófaro, Juan Maurino y Maite Pérez Pereyra.

La pintura exterior del Macro tiene un carácter de obra efímera, lo que significa que cada intervención tiene una vida útil limitada. Esto se debe a las condiciones climáticas a las que está expuesta la fachada, que pueden afectar la durabilidad de la pintura.