La ivermectina, una droga antiparasitaria usada contra la sarna humana, vuelve al debate público en medio de la larga espera de una vacuna contra el coronavirus. Es que su aplicación en tratamientos a pacientes con covid-19 es cada vez más extendida entre profesionales de la salud que consideran que podría tener un efecto positivo, sobre todo, en su aplicación junto a otras drogas, una especie de combo que reduciría el porcentaje letal entre los pacientes de larga edad confinados en geriátricos. Sin embargo, hay sectores del sistema sanitario que se encienden una luz amarilla y hasta roja al respecto.
El doctor Williams Sanchi, médico geriatra y docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) admitió, en diálogo con el periodista Alberto Lotuf en A Diario (Radio 2) que él mismo consume ivermectina a modo preventivo y confió en su uso libre teniendo en cuenta los resultados que viene arrojando en los contagiados de la tercera edad.
Consultado acerca de que si era viable que la gente compre el producto en farmacia, sostuvo polémico: “Yo la tomo (de forma preventiva), la experiencia obtenida por el doctor Héctor Carvallo en el Hospital Muñiz es muy buena, sólo está contraindicada para embarazadas y menores de 5 años. Recomendaría que la tomen porque no es una droga que tenga efectos indeseables”, remarcó y aseguró que en el noroeste los profesionales de la salud la incorporaron de modo preventivo.
“Después veremos con el tiempo si sirve, el tratamiento que ofrece el protocolo del Hospital Muñiz nos dio resultado, lo que no significa que terminemos con el covid y que no nos tengamos que seguir cuidando ni dejar de aislar a los pacientes”, remarcó.
Sanchi confió que la aplicación de ivermectina junto a aspirinas y dexametasona en pacientes geriátricos con coronavirus permitió bajar el índice de mortalidad: “No llegó nunca al 43%. Quedó muy por debajo, cerca del 20%. No podemos decir que haya sido la ivermectina, sí que fue parte del trabajo general", sostuvo y aclaró que no hicieron trabajos estadísticos al respecto. Por último remarcó que "el procedimiento está aprobado por Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat)".
Veterinarios en contra
Días atrás, en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), el presidente del Colegio de Veterinarios, Eugenio Camiletti reconoció que hay estudios sobre el uso de la ivermectina para frenar la reproducción del coronavirus y que incluso veterinarios participan de esas investigaciones.
Pero no hay nada probado aún y resulta muy peligroso –advirtió– tomar esta droga sin consultar a n médico. Camiletti señaló que muchas personas les pidan esta droga a sus veterinarios para consumo personal.
Pedido desde el Senado
El senador provincial Lisandro Enrico volvió a solicitar al gobierno provincial la autorización para que los distintos efectores de salud santafesinos comiencen a implementar los tratamientos con este fármaco, “una alternativa de curación que podría contribuir ante el difícil momento de pandemia que se atraviesa”. Este proyecto fue presentado por el senador del Departamento San Gerónimo, Leonardo Diana, y había recibido la aprobación desde Legislatura.
Según entendió el legislador, es un fármaco aprobado no sólo por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), sino también en Estados Unidos por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) con un alto perfil de seguridad y bajos efectos adversos cuando se prescribe por vía oral y en las presentaciones para uso farmacéutico humano.
Según el proyecto, el tratamiento farmacológico se aplicaría en pacientes infectados o con alta sospecha de infección por coronavirus y cuadro clínico leve, moderado y/o grave.
Enrico confió que la ivermectina fue puesta en práctica desde hace un tiempo en Australia y hoy varias provincias del país lo están utilizando: Corrientes, Misiones, Jujuy, Tucumán, Chubut y algunos lugares de Buenos Aires; cada lugar adhiere de manera individual en busca de aliviar el dolor y las afecciones en pacientes que presentan covid positivo.