En 2006, la Unión Astronómica Internacional (UAI) votó sobre la definición de planeta. Como es bien sabido, Plutón ya no cumplía los criterios y fue degradado a planeta enano. Desde entonces el debate no cesó: ¿llegó el momento de redefinir el planeta?
La palabra "planeta" tiene una larga historia que se remonta a la antigüedad. En aquel entonces, un planeta era cualquier "estrella errante" que se movía en el cielo. La Luna y el Sol eran considerados planetas, mientras que la Tierra era vista como el centro del universo. Con la revolución copernicana, la definición de planeta cambió. La Tierra pasó a ser considerada un planeta, la Luna se convirtió en un satélite y el Sol se convirtió en la estrella central de nuestro sistema solar, según publicó el sitio especializad Space.com.
En el siglo XVIII, William Herschel descubrió Urano y Giuseppe Piazzi descubrió Ceres, el objeto más grande del cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter. Inicialmente, tanto Urano como Ceres fueron clasificados como planetas. Sin embargo, cuando se descubrieron más objetos que compartían órbitas similares con Ceres, los astrónomos tuvieron que repensar las cosas. Herschel propuso el término "asteroides" para los objetos pequeños entre Marte y Júpiter, mientras que Urano siguió siendo un planeta.
El caso de Plutón
En 1930, Clyde Tombaugh descubrió Plutón, que inicialmente se consideró un planeta. Sin embargo, su órbita irregular y tamaño pequeño generaron dudas desde el principio. En la década de 1990, se descubrieron objetos similares a Plutón, lo que llevó a la UAI a redefinir el concepto de planeta.
En 2006, la UAI estableció que un planeta debe cumplir con tres condiciones:
- Ser lo suficientemente grande para tener una forma casi esférica.
- Dominar y limpiar su órbita de cualquier residuo.
- Orbitar alrededor del Sol.
Plutón no cumple con la segunda condición, ya que su órbita se superpone con la de Neptuno y hay otros objetos en el cinturón de Kuiper que son similares en tamaño y composición.
Críticas y debates
Algunos argumentan que las definiciones son ambiguas y que la categorización de Plutón es injusta. Otros defienden las reglas, destacando la clara diferencia entre planetas y no planetas. Pero no todo el mundo está de acuerdo con las nuevas reglas y hay muchos argumentos y contraargumentos. Por un lado, las definiciones de "casi esférico" y "casi sin obstáculos en la órbita" no son muy claras.
Pero los defensores de las reglas argumentan que todos los planetas definidos, desde Mercurio hasta Neptuno, son excepcionalmente redondos, mientras que la gran mayoría de los no planetas obviamente no lo son. En cuanto a la posibilidad de despejar la órbita, Marte es más de 5.000 veces más masivo que el siguiente objeto más grande en su órbita. En cambio, Plutón captura solo alrededor del 7% de toda la masa en su órbita. Por lo tanto, existe una clara y amplia discrepancia entre esos mundos.
Pero la mayor confusión surge con los subtipos de los no planetas. Si un objeto es lo suficientemente grande como para ser redondo pero no puede atravesar su órbita, como Plutón o Ceres, se lo llama planeta enano . Los astrónomos suelen utilizar el término "enano" para referirse a versiones más pequeñas del mismo tipo, como las estrellas enanas y las galaxias enanas. Pero las estrellas enanas siguen siendo estrellas y las galaxias enanas siguen siendo galaxias; son más pequeñas. Este no es el caso de los planetas enanos: rotundamente no son planetas.
Aunque las definiciones actuales sean imperfectas, es importante mantenerlas según los expertos, hasta que nuevos descubrimientos y conocimientos permitan actualizarlas y simplificar la clasificación de los objetos en nuestro sistema solar.