Un secreto de mil años de antigüedad fue descubierto accidentalmente por un hombre francés que quería renovar su sótano. En el suelo, debajo de su casa, yacían docenas de esqueletos medievales repartidos en 38 tumbas y 10 sarcófagos.
El descubrimiento, realizado en un barrio del sur de París, espera arrojar luz sobre los antiguos habitantes de la zona y sus prácticas funerarias medievales. Los expertos saben desde hace tiempo que en la zona hay un antiguo cementerio, habiéndose encontrado varios sarcófagos desde el siglo XIX. Pero ésta es la excavación más grande que se ha realizado en el barrio y es el único enterramiento que ha sido objeto de estudio científico, según publicó el medio británico The Sun.
Los esqueletos serán analizados en un laboratorio, donde los especialistas determinarán su sexo, edad y sus condiciones de vida. La excavación se inició cuando el hombre encontró restos de un esqueleto mientras realizaba trabajos de renovación en su sótano, que tiene cuatro habitaciones y cubre aproximadamente 52 metros cuadrados.
El cementerio olvidado fue utilizado durante siete siglos, entre el siglo III y el X d.C. Los expertos encontraron las tumbas dispuestas en filas paralelas, algo común en aquella época. Durante el Bajo Imperio, alrededor del año 280 d.C., los difuntos eran enterrados boca arriba en un cajón de madera y luego colocados en un pozo profundo.
Los primeros entierros en el cementerio recién excavado se remontan a finales de la Antigüedad, una era que abarcó desde el comienzo de la historia humana registrada hasta la Alta Edad Media. Los expertos afirman que el descubrimiento demuestra que los funerales se celebraban mucho antes de la construcción de capillas e iglesias, que empezaron a erigirse en la segunda mitad del siglo III d.C.
Pero a principios de la Edad Media, alrededor del año 470 d. C., las prácticas funerarias habían evolucionado para incluir sarcófagos de yeso en los que se enterraban los cuerpos. Estas tumbas, dispuestas en abanico extendido, no tenían decoraciones, a diferencia de los sarcófagos adornados del Antiguo Egipto .Todas ellas contenían una única persona fallecida, mientras que durante la Edad Media, también conocida como la famosa y miserable Edad Oscura, era habitual encontrar varios restos individuales dentro de cada cámara funeraria.
Uno de los sarcófagos encontrados estaba rematado por un bloque de piedra blanda esculpida, que según los expertos tiene una cruz y una roseta grabadas en ambos lados. Estos motivos están presentes con regularidad en los sarcófagos de yeso, según los expertos, sobre todo en los lugares de culto cristianos.
Los especialistas estudiarán la posición de los huesos y las tumbas en el cementerio perdido hace mucho tiempo, para averiguar cómo se creó, cómo se colocó allí a los muertos y si hubo alguna reapertura.