Para Alicia Cadierno, la titular del Instituto Médico Legal (IML) donde durante cinco horas se realizó la autopsia sobre el cuerpo de Carlos Orellano, sostuvo que es “muy aventurado” afirmar que exista “alguna lesión que pueda vincularse con la muerte” del chico que había ido a bailar a un boliche de la Fluvial y cuyo cadáver apareció tres días después en el río Paraná.
Así, la profesional puso paños fríos sobre la afirmación del padre de Bocacha, que dijo que el cuerpo tenía golpes en la cabeza y estaba “prácticamente muerto” cuando cayó al río.
“Tenemos algunas áreas del cuerpo que podrían llegar a corresponder a lesión traumática”, explicó Cadierno en el programa A diario, de Radio 2. Pero luego agregó que el cambio de coloración también podría deberse a que el cuerpo estaba en proceso de putrefacción y que la cuestión se definirá con los análisis de Anatomía Patológica. Para eso se tomaron 30 muestras.
Ahora será el fiscal Patricio Saldutti, a cargo de la invesigación, quien decida dónde se analizan esas muestras. Se supone que no será en la Policía de Investigaciones (PDI) ya que hay integrantes de la fuerza santafesina involucrados, con lo cual, dijo Cadierno, podrían ser la Policía Federal o Gendarmería quienes se ocupen de los análisis.
La profesional explicó que si las muestras se analizaran en el Instituto Médico Legal se tardaría un mes en tener la certeza de la causa de muerte. Una posibilidad es que se hagan los análisis en La Plata, con una demora que podría llegar a los dos meses.
Lo fundamental es determinar la presencia o no de diatomeas en la médula ósea, pues si efectivamente hay de estas algas unicelulares en las muestras tomadas indicarían que la muerte fue por sumersión.
Cadierno aseguró además que, luego de la autopsia que duró cinco horas, está descartado que Carlos Orellano haya sufrido herida de fuego o de arma blanca. Además, dijo que tampoco existen fracturas óseas.
“La impresión mía es que no puedo aseverar que haya sido golpeado o torturado”, cerró.