Clelia "Chela" Deharbe de Fontana, integrante de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, falleció tras sufrir un accidente cerebro vascular. Así lo informó este sábado la organización y señaló que a raíz de las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus no se realizará velatorio.
"Chela" Fontana había logrado junto a Abuelas en 2006 la restitución de su nieto Pedro Sandoval Fontana, nacido en cautiverio en 1977.
"Las Abuelas de Plaza de Mayo despedimos con enorme tristeza a nuestra compañera, quien antes de la cuarentena viajaba desde Martín Coronado cada semana para asistir a las reuniones de Comisión Directiva, donde se desempeñaba como segunda vocal", señaló el organismo de derechos humanos a través de un comunicado.
Según la página oficial de Abuelas, el deceso de "Chela" se produjo como consecuencia de un accidente cerebro vascular, y se anunció que debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus anunciaron que no se llevará a cabo un velorio.
"Cuando las condiciones sanitarias lo permitan, la despediremos con un homenaje como merece toda Abuela. Ahora, a la distancia, abrazamos a Pedro (su nieto) y a toda su familia, que es la nuestra", remarcaron Abuelas.
"Chela" nació en Seguí, provincia de Entre Ríos, el 28 de octubre de 1931, y se casó con Rubén Fontana, juntos vivieron en esa provincia hasta que migraron a probar suerte a Caseros, provincia de Buenos Aires.
De Fontana y su familia se acercaron tempranamente a Abuelas, cuando secuestraron a su hija Liliana, embarazada de dos meses y medio, y a su yerno Pedro Sandoval el 1° de julio de 1977, en la casa que se estaban construyendo, también en Caseros.
Su marido Rubén Fontana, quien falleció en 2016, fue muy presente en la búsqueda, al igual que sus otros hijos Edgardo y Silvia, recordaron desde la entidad defensora de los derechos humanos.
"La restitución del hijo de Liliana y Pedro llegó en 2006, de la mano del avance de la genética, que permite tomar muestras de ADN de objetos personales, cuando un posible nieto se niega a la extracción. Aunque al principio fue difícil, Chela, con su dulzura fue acercando a su nieto a su historia. Hasta que un día decidió ponerse el nombre que sus padres habían elegido para él en cautiverio: Pedro Sandoval Fontana", evocó el texto difundido por Abuelas..
Y en ese sentido, se remarcó en la comunicación: "La Abuela Chela siguió buscando a los nietos de sus compañeras hasta el último día. Sus enseñanzas seguirán iluminando nuestra lucha. ¡Hasta siempre querida Chela!"
Fuente: Télam