A paso lento, pero firme, las ordenanzas municipales de la ciudad de Rosario van reflejando las necesidades laborales de las mujeres que quieren sumarse a algunos servicios públicos desempeñados exclusivamente por hombres. Uno de ellos es el de recolección de residuos.
Este jueves, el Concejo Municipal sancionó una ordenanza motorizada por la concejala Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular), a partir de la inquietud presentada por Dolores Guldris, chofer de camiones y colectivos. La norma habilita la incorporación de mujeres al servicio de recolección de residuos, en la ciudad de Rosario.
“Hay muchas mujeres que quieren ingresar. Esto da mucha iniciativa a las mujeres que sufren violencia de género y dicen que nunca van a poder cobrar lo mismo que el hombre. A partir de esto, las mujeres también podrán independizarse y ofrecerles a sus hijos lo mismo o más que los hombres. No permitirnos entrar por nuestro sexo es claramente discriminatorio”, explicó Guldris en diálogo con el programa La primera de la tarde (Radio 2).
La ordenanza sancionada este jueves es similar a la del Transporte Urbano de Pasajeros, aprobada en 2019, e implica que “en la próxima licitación de las empresas de recolección de residuos que cumplen esa tarea en la ciudad de Rosario, haya al menos 2 conductoras mujeres y al menos un 5% de operarias de recolección de residuos mujeres”.
“Hoy, las mujeres sólo integran el plantel de barrenderas, pero no el de conductoras y operarias de recolección de residuos (o corredoras como habitualmente se denomina a las personas que van detrás del camión realizando la recolección)”, señala Guldris y cuenta que en Paraná hay una sola mujer desempeñando esa labor y en La Plata hay tres camiones conducidos por mujeres, y seis corredoras. Creo que esto es un medio de conseguir el acceso igualitario a este oficio”, afirma.
Dolores Guldris, una de las primeras mujeres chofer de camiones y colectivos
La impulsora de la ordenanza trabajó en el Hogar de Protección al Menor (HoProMe), donde manejaba un colectivo en el que trasladaba a chicos. Fue becada por el Programa de Conductoras de la empresa Scania, de la ciudad de Rosario y egresada del primer y único curso de Transporte Urbano de Pasajeros que se hizo en Rosario, pero actualmente, no tiene trabajo.
A pesar de que la ordenanza del Transporte urbano de Pasajeros tiene dos años de antigüedad, la incorporación de mujeres es sumamente lenta. De las tres empresas que brindan ese servicio en Rosario, Rosario Bus no cuenta con ninguna mujer entre sus choferes; las que ingresaron a Movi lo hicieron con un recurso de amparo y sólo El Cacique tiene a cinco mujeres entre sus empleadas al volante.
“Es cierto que es lento, pero tenemos esperanza de que vamos a poder aumentar el número de choferes mujeres de a poco y vamos a lograr que el acceso a estos puestos de empleo sea igualitario tanto para hombres como para mujeres”aseguró.