El abogado de la familia de Carlos Orellano, el joven hallado muerto en el río adonde terminó luego de haber ido a bailar a un boliche de La Fluvial, consideró que la Fiscalía debería evaluar la detención de una agente que hacía adicionales en el boliche y que fue quien hizo la denuncia que llevó a que primero se investigara como accidente o suicidio un caso que para la familia de la víctima fue de muerte violenta.
Salvador Vera, el abogado en cuestión, entiende que esa denuncia, que se hizo en la comisaría 2ª pero según él no fue protocolizada en un principio porque fue solo para “cubrirse”, fue una maniobra para desviar la investigación y permitir el borrado de pruebas, según deslizó en el programa Radiópolis, de Radio 2.
En esa línea, mencionó la “aparición de testigos que desdicen el testimonio”, entre ellos el jefe de seguridad del boliche Ming, y “serias contradicciones” en la propia declaración de la agente policial, que sostuvo que alrededor de las 5 de la mañana observó que un hombre se encontraba detrás de la baranda del muelle 3 y de pronto escuchó como cayó al río.
No es lo único que para el abogado genera sospechas sobre el accionar policial: según dijo, cuando la fiscal ordenó el secuestro de las imágenes de las cámaras de seguridad, los agentes de la seccional 2ª que fueron al lugar no hicieron.
Todas estas maniobras, más el hecho de que el lunes, cuando ya se había hecho la denuncia, el boliche volvió abrir dilataron la recolección y pueden haber permitido el borrado de pruebas fundamentales para esclarecer qué pasó con Carlos Orellano, que según su padre fue sacado a golpes y empujones del local por haber entrado al Vip sin la invitación correspondiente.
Si bien desde el boliche negaron que haya habido algún tipo de incidente, el abogado Vera dijo que por los testimonios, incluidos los de patovicas del lugar, está “acreditado” que hubo “persecución y golpes” a Carlos dentro de Ming.
El joven fue “sacado violentamente del lugar y luego desapareció”, enfatizó.