Después de algunos años de trabajos a cuentagotas, este lunes, con la llegada de la primavera, retiraron el obrador que ya era parte de la fisonomía habitual del Monumento a la Bandera, mayor símbolo de Rosario. Pero la obra aún no se terminó.
Según explicaron desde el municipio, sólo se trató de una remoción por la imposibilidad de avanzar con las tareas en medio de la pandemia de coronavirus pero con la promesa de concluir lo que falta, cerca de “un 7 por ciento” del proyecto original que se inició durante la gestión nacional de Mauricio Macri.
“A la obra le queda un poquito más del 7% del proyecto pero nunca se pudo concretar eso por los problemas sanitarios. La empresa es de Buenos Aires y por los costos de mantenimiento del obrador, pidió permiso para retirarlo y lo autorizamos”, señaló en Radio 2 el secretario de Obras Públicas de Rosario, José Luis Conde.
“Cuando se reinicie, habrá un lugar más chico –para el desarrollo del trabajo– que se lo facilitaremos nosotros”, agregó en el programa La primera de la tarde.
El funcionario municipal recordó que en febrero último, durante la visita del presidente Alberto Fernández por el aniversario de la creación de la bandera, “la promesa era terminar ese 7% más unos extras que implicaban un mejoramiento sustancial del Monumento para que en junio estuviera listo, pero a los 20 días comenzó la pandemia”.
Lo pendiente, básicamente, es la limpieza del propileo, la entrada monumental de columnas ubicada en el extremo opuesto al mástil central, según detalló Conde.
Sin embargo, por sólo esa parte, el obrador con todo el vallado llevaban unos tres años instalados y conformaban una parte de la escenografía del Monumento.