Misiles rusos destruyeron el último sábado infraestructuras militares en el puerto de Odesa, vital para la exportación de granos ucranianos.
"Misiles Kalibr destruyeron infraestructuras militares del puerto de Odesa, con un ataque de alta precisión", escribió la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova, en su cuenta Telegram, en respuesta a una declaración del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, según la cual estos ataques arruinaron la posibilidad de diálogo o entendimiento con Rusia.
Según Zajárova, los misiles destruyeron, entre otros objetivos, una "lancha rápida militar" ucraniana, sin dar precisiones ni pruebas.
Tras esos ataques contra Odesa, Ucrania acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de "escupir en la cara" de la ONU y Turquía, y poner en riesgo el acuerdo firmado el viernes en Estambul bajo la mediación de la organización internacional y ese país para la reanudación de las exportaciones de granos bloqueadas por el conflicto.
El sábado, sin embargo, Rusia desmintió ante Turquía estar implicado en esos ataques: "Los rusos nos dijeron que no tenían absolutamente nada que ver con el ataque y que estaban estudiando la cuestión muy de cerca", dijo el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar.
Según un portavoz de la fuerza aérea ucraniana, dos misiles cayeron en la zona portuaria de Odesa y otros dos fueron abatidos por la defensa antiaérea antes de alcanzar su objetivo.