En su primer discurso como presidente este martes, Alberto Fernández reafirmó su compromiso en la lucha contra el hambre. Y ya este jueves se lanzó la primera medida en ese sentido: la tarjeta alimentaria definida, justamente como “una política nutricional para combatir el hambre” por el flamante ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.
En diálogo con Radio 10, Arroyo anunció que la tarjeta se otorgará a las madres de niños de hasta seis años que no pueden acceder a los alimentos básicos y aclaró que no habrá que "anotarse en ningún lado" para solicitarla porque los padrones están hechos.
Adelantó que comenzarán "por los barrios en situación más crítica, que en general están en los grandes centros urbanos".
También habló de la futura implementación de microcréditos productivos a bajas tasas de interés para por ejemplo "gasistas o panaderos que no acceden a créditos bancarios y terminan endeudándose, por eso vamos a un fondo de crédito no bancario para máquinas, herramientas e insumos, para empezar a mover desde abajo a la economía".
"El hambre y el endeudamiento son las dos cosas que hoy están desacomodando la vida de los argentinos" y "Argentina se reconstruye con un montón de gente trabajando", y "de abajo para arriba", afirmó.