La copiosa tormenta del viernes y el sábado últimos dejó consecuencias en varias zonas de la ciudad a partir de una contingencia en la energía eléctrica, producida por la inundación de once estaciones distribuidoras de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Este martes, en diferentes sectores se vivieron manifestaciones callejeras espontáneas de vecinos descontentos tras cuatro días sin el servicio, a la espera de cuadrillas y en medio de una nueva alerta meteorológica de nivel naranja.
En barrio Martin, personas que viven en la zona de Alem y Zeballos, esquina del hospital Provincial, cortaron la calle con un contenedor municipal, y golpeando cacerolas hicieron saber su reclamo. “Es un abandono total, ya tiramos la comida”, dijo una joven al móvil de Telenoche (El Tres).
Otra mujer recordó: “Tuvimos paciencia, nos pidieron 48 horas para venir cuadrillas de la EPE, pero ya va el quinto día. Me voy a lo de mi novio o de mi mamá esta noche”.
En ese barrio, la luz se cortó el viernes antes de la tormenta y no volvió. Un vecino estableció: “En nuestro edificio tenemos una conexión domiciliaria para 28 departamentos porque es un edificio nuevo que todavía tiene el 'palo cajón'”.
En tanto que en el microcentro, en el cruce de Entre Ríos y la cortada Ricardone un grupo de vecinos se manifestó con otro cacerolazo para hacer escuchar el reclamo, en el que destacaron que “cada vez que se llama a la EPE, responden otra cosa”. El corte afecta edificios de la manzana entre Rioja, Corrientes, Ricardone y Entre Ríos.
Una vecina recordó que varios moradores de su edificio son personas enfermas o mayores, y no pueden bajar por las escaleras. Otra joven narró: “Estamos sin agua, con gente mayor y con reducción de movilidad. Una vecina se cayó por la escalera porque ya no anda la luz de emergencias”.
Consultada sobre los reclamos formales ante la EPE, una mujer aseveró: “Hicimos miles: nos cortan, nos insultan, dicen que van a venir cuadrillas y no vienen, o dicen que no vienen porque viene la tormenta. Todos los días reclamamos”.
La respuesta de la EPE
El vocero de la EPE, Gerardo Giri, explicó en El Tres que la copiosa lluvia de los últimos días redujo la capacidad de respuesta de la empresa, que se encuentra en “estado de contingencia”.
Explicó entonces que once transformadores de energía se cortaron porque se llenaron de agua con los 400 milímetros de agua caída en pocos días. A esos aparatos se sumó una falla en el centro de distribución de Dorrego y Cochabamba.
Debieron “pedir refuerzos -detalló Giri- con cuadrillas de Casilda, Cañada de Gómez y Santa Fe, producto de los estragos que generó el agua”.