El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este lunes un nuevo plan contra la deforestación ilegal en la Amazonía, avanzando así con una de sus promesas de campaña en lo que respecta a políticas medioambientales. El anuncio llegó días después de que el Ministerio de Medio Ambiente de ese país perdiera importantes atribuciones por el Congreso. 

"Brasil, sobre todo gracias a la selva amazónica, es responsable en gran parte por el equilibrio climático del planeta (...), impedir la deforestación de la Amazonía también es ayudar a reducir el calentamiento global", dijo Lula durante un acto en el palacio presidencial de Planalto, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.

El líder izquierdista manifestó que se trata de un momento "simbólico", una señal de que "el medioambiente volvió a ser prioridad después de cuatro años de indiferencia y abandono". Durante el acto estuvo acompañado de su ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, y otros miembros de su gabinete.

El programa embargará inmediatamente la mitad de las superficies taladas ilegalmente.

El plan lanzado este lunes es una versión actualizada de un programa creado originalmente en 2004, durante el primer gobierno de Lula, que había sido discontinuado por el ex mandatario derechista Jair Bolsonaro.

La gestión política actual, que prometió hacer de la preservación de la Amazonía una prioridad de su mandato, embargará inmediatamente la mitad de las superficies taladas ilegalmente en espacios demarcados como unidades de conservación ambiental. También creará, hasta 2027, tres millones de hectáreas más de esos espacios protegidos.

El programa tiene otros tantos objetivos, como reforzar el monitoreo con la contratación de miles de analistas y promover la economía sostenible con un "Sello Amazonía".

Gestión ambiental


 

El jefe de Estado inscribió el plan dentro de sus promesas de colocar al país como ejemplo de sustentabilidad, de alcanzar las metas de reducción de emisiones de carbono y llevar a cero la deforestación ilegal para 2030.

Bajo la presidencia de Bolsonaro, la deforestación anual promedio en la Amazonía aumentó 75% en comparación con la década anterior.

En los primeros cuatro meses de año, la deforestación en el territorio se redujo en 40% respecto al mismo período del año pasado, según datos satelitales del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).

No obstante, ambientalistas advierten que se debe esperar a los periodos de mayor intervención, normalmente a partir de julio, antes de poder afirmar que existe una tendencia a la baja.