Un hombre se hizo una tomografía en un hospital de Panamá y las imágenes revelaron que tenía una hernia inguinal. El adulto sufrió durante tres décadas un padecimiento que le causó que su escroto y una de las piernas se le inflamara hasta alcanzar los 3.35 kilogramos de peso.
Su escroto había crecido gradualmente durante 30 años. La acumulación de líquido hizo que sus testículos y piernas se hincharan a 3.35 kg de peso, y que sus heridas abiertas supuren pus maloliente. Su pene también se "enterró" en la carne hinchada.
Cuando le realizaron un examen, este indicó que la piel estaba engrosada, de color rojo intenso y con dos heridas abiertas e infectadas. En tanto, las exploraciones mostraron una hernia inguinal.
Según publicó Crónica.com.ar, los médicos en Texas, dirigidos por la Dra. Katherine Dowd, Baylor Scott y White Health, detallaron el caso en Urología. El informe dice que el hombre nunca vio a un médico durante años antes de llegar a un departamento de A&E en Panamá con fiebre, frecuencia cardíaca rápida y un globo claro en el escroto.
Los especialistas le advirtieron que tenía un linfedema, que se desarrolla cuando el flujo del sistema linfático se daña y el líquido no puede moverse de forma correcta. Además indicaron que si el paciente no se operaba, esta inflamación podía tener consecuencias mortales.
Preocupados por la carne podrida y el riesgo que presentaba, los médicos lo operaron y le quitaron el tejido infectado. A pesar de que le extirparon sus testículos, su pene permaneció intacto.
Durante los siguientes cinco días, el hombre permaneció en el hospital con antibióticos por vía intravenosa. El hidrocele, el término médico para el tipo de hinchazón en el escroto, mide 30,2 cm x 24,4 cm x 13,1 cm de tamaño. Los cirujanos plásticos cosieron el área del escroto del hombre con un injerto hecho de malla.
Dos días después lo dieron de alta en un centro de rehabilitación, y luego de cuatro semanas, los médicos anunciaron que se estaba curando con éxito: "Con este plan de tratamiento, el desbridamiento inicial seguido de una reparación por etapas en el día tres y el día ocho, el paciente se salvó del cuidado prolongado de la herida, cambios dolorosos en el vendaje, sin sacrificar los resultados cosméticos y funcionales".