Maestro del oficio, Ezequiel Fernández Moores es uno de los grandes referentes del periodismo de deportes del país. Publicó tres libros, el último de ellos Díganme Ringo, sobre la vida del boxeador Ringo Bonavena, trabajo que se convirtió en un clásico de la literatura deportiva en español. Colabora con medios como El País (España) y New York Times (en español), y cubrió todos los mundiales de fútbol desde 1978. Es asiduo conferencista de Play the Game, la organización danesa con gran reconocimiento mundial en su lucha contra la corrupción en el deporte.
-¿Cómo ves el fútbol argentino ante una situación tan particular como la que estamos viviendo?
-Por un lado, cuando comparan o dicen alegremente que en Brasil ya hace dos meses que juegan al fútbol y acá no, y no cuentan que Brasil tiene diez veces más de muertos que nosotros, me parece una comparación injusta o excesivamente parcial. En todo caso, que digan si les importan los muertos o no. Lo mismo con otros países que comenzaron antes con el fútbol, como Perú, Ecuador y Chile, y también tienen, proporcionalmente, más muertos que en Argentina. Es evidente que en nuestro país se priorizó el tema sanitario. Dicho esto, el fútbol no confrontó con esa decisión del gobierno, como otros sectores que reclamaron antes las aperturas. El fútbol tardó en reclamar la suya, por cercanía con el gobierno, o por estar de acuerdo con esa decisión oficial o, también, por comodidad, porque se dieron cuenta que mientras se recibía alguna ayuda estatal, los gastos se reducían porque no había partidos y se esperaba la fecha de vencimientos de contratos. A la economía de algunos clubes, según me han contado, mal no les vino. Encima coincidió con el inicio de un torneo, con lo cual fue más fácil el corte, porque no iba a quedar un campeón pendiente o un título a punto de definirse. Sí me pareció que la AFA puso mucho empeño, rápidamente, en definir la cuestión dirigencial, es decir, la reelección de (Claudio) Tapia, y no vi tanto empeño en avanzar en protocolos por el covid.
-¿Y qué te parece la vuelta de la Copa Libertadores?
-Tiene lógica en cuánto al negocio, si lo vemos desde ese lado; desde lo sanitario, para nada. No solo porque vuelve el torneo, sino por lo que implica esa vuelta, con equipos viajando entre países, cruzando fronteras, teniendo excepciones permanentes y en el medio de una inevitable pérdida de competitividad, con equipos que ya juegan hace dos meses contra otros que lo hacen solo desde hace una semana, y esto es una desigualdad absoluta. Me parece que es una consecuencia casi inevitable de lo que está sucediendo. Que vuelva la Libertadores lo explico solo desde el negocio.
-Luego de sus problemas con el club, ¿con qué Messi nos podemos llegar a encontrar en esta temporada?
-Es un acertijo. Para mí, Messi siempre tuvo la capacidad de reinventarse año a año. Eso me parece una de sus máximas virtudes. Yo lo ubico en el podio junto con Pelé y Maradona, a mi gusto los tres más importantes de la historia, y es porque su pico no fue como el de ellos, pero su vigencia superó a ambos, sobre todo en un fútbol como el de hoy. Permanecer durante quince años en el trono del fútbol mundial es prácticamente imposible. Y Messi lo hizo. ¿Cómo? Reinventándose. De falso 7 a falso 9, a goleador, y así nos fue engañando, sobre todo a sus rivales. ¿Tendrá este año capacidad de reinvención? Es obvio que es una permanencia forzada en el Barcelona, dijo que se quería ir y el club se lo prohibió. Y Messi no es un jugador que disimule su estado anímico, es más, hemos visto claramente como ese estado, algunas veces, lo ha hundido en una cancha. Por eso, tenemos que ver si eso influye. Pero es tan competitivo, que posiblemente se reinvente.
-En todo este conflicto quedó un mensaje fuerte en el aire. Messi es el mejor del mundo en el deporte más popular y, según la revista Forbes, acaba de pasar los mil millones de euros en ganancias. Sin embargo, no pudo hacer los que quiso, que era cambiar de club
-Hay algo de paradójico y hasta de increíble en eso, porque cualquiera hubiera pensado que, después de 20 años en Barcelona, de saber que ha rechazado ofertas superiores, que no existen jugadores de ese nivel que sean de una sola camiseta, que cambió la historia del club con 34 títulos, Barcelona iba a estar a la altura de esa situación, que negociaría de otro modo. Si después no llegaban a un acuerdo, era otro tema. Pero al menos decirle “traé la oferta del City y negociemos”. Pensé que eso iba a suceder, y me sorprendió que Barcelona le devolviera con esa moneda a su máximo ídolo.
Además, me parece lógico que Messi se haya cansado, es parte de la vida. ¿Quién no sintió en la vida que cumplió un ciclo en algo? Y eso pesa mucho más que cualquier otra cosa. Nos hemos ido nosotros de trabajos, y nos hemos tirado a piletas vacías por ciclos cumplidos, porque ya la cabeza explotaba, ¿cómo no entenderlo? ¿Messi es un extraterrestre? Podrá serlo con la pelota, pero luego es una persona como todos nosotros. Es evidente que sabe que está cerca del final de su carrera y me parece extraordinario el desafío de querer ir a una liga de máximo nivel a cerrar esa carrera, no irse al oro petrolero del Golfo Pérsico, o a Estados Unidos, o China, a acomodar un billete. Me pareció una muy buena decisión para el fútbol que se pueda volver a juntar con Guardiola en la Premier League. Podrían haber estado el mejor DT de la última década con el mejor jugador, en la mejor liga. Me parecía un combo extraordinario y, como amo al fútbol, estaba muy a la expectativa de eso.
-¿Por qué algunos continúan con la dicotomía Messi–Maradona?
-Fernando Signorini me decía que es como elegir a mamá o a papá. Hay un juego inevitable de comparación porque los dos son argentinos, son zurdos, a veces la función en la cancha, el talento, son cercanos en términos generacionales. Hasta es enriquecedor. Pero cuando esa comparación es pura perversión, me parece tonto. O sea, querer usarlo a Maradona solo para pegarle a Messi, me parece una tontera. Y usar a Messi solo para pegarle a Maradona, es otra tontera. Son dos personas distintas, dos jugadores distintos, se podrán parecer muchísimo en muchas cosas, pero son dos personas distintas. Siempre me pareció que Maradona, aún en las peores circunstancias, parecía que inflaba el pecho y estaba dispuesto al sacrificio con tal de darnos lo que fuere, como un mundial. Y a veces percibo que esa actitud terminó pasándole factura en su vida. A Messi lo veo en un sentido más humano, más vulnerable, entonces, cuando la situación es difícil y no hay un juego colectivo que acompañe, que esté ahí respaldando, como sucedió en muchos momentos con la Selección Argentina y con Barcelona en la última etapa, sufre. Hemos descubierto que Messi no es perfecto, vaya novedad, entonces, en esa novedad que creemos descubrir, entramos en el juego tonto con Maradona. El Diego hacía esto, esto y esto, y eso me parece una ridiculez.
-Hablaste de la Premier League, ¿cómo ves la llegada de Marcelo Bielsa y su Leeds?
-Hay que ver como se acostumbra a perder más que a ganar, porque si bien estaba en segunda división, la situación era más dulce con la victoria. El promedio de triunfos de Leeds supera ampliamente al de derrotas en los últimos dos años. En cambio, en primera división es difícil que se repita. Aunque el fútbol tiene mucho de impredecible, lo lógico sería que sea un equipo que esté, ojalá, por la mitad de la tabla. Digo ojalá porque un tercio de los equipos que ascienden, luego descienden, así que esto podría sucederle. Entonces habrá que ver cómo convive con esa derrota, es todo un desafío en ese sentido. La capacidad de Bielsa como DT es tonto discutirla, se ve claramente su sello en los equipos que dirige, y ese sello es extraordinario para el fútbol, más allá que pueda jugar mal. El Leeds puede jugar bien o mal, pero ese espíritu superprofesional y paradójicamente amateur de salir a jugar, a ganar, salir a competir, de querer la pelota para buscar el arco rival, esa entre hasta el último segundo, todo eso que tienen los equipos de Bielsa me parece extraordinario para este fútbol que parece tan avaro, tan especulativo, que desprecia la pelota, que desprecia el juego colectivo y el talento meramente individual. En ese sentido me parece sensacional que esté Bielsa en la Premier compitiendo contra los mejores.
-¿Por qué creés que Bielsa es tan resistido por un sector del mundo del fútbol?
-No es justamente un máster en Relaciones Públicas, no le interesa eso, y sabemos que, a veces, podes perder todos los partidos, pero si sos amable con el periodismo, seguro que tendrás buena prensa. Un técnico que lo último a lo que se dedicaría es vender jugadores, que forma equipos, que atiende a la prensa de manera igualitaria, es algo que irrita a los sectores más poderosos del periodismo. Y luego está la gente que desde su lugar no comparte su mirada del fútbol, que lo ve como muy mecanizado, y solo miran ese aspecto del juego de Bielsa. Se quedan con esa parte y no pueden ver el bosque.
-Más allá de los que puedan decir los hinchas y el periodismo, Bielsa tiene un reconocimiento de gran valor, que es el de sus pares…
-Ven el compromiso de Bielsa con el juego, con su trabajo, por momentos tan conmovedor hasta en los errores, y eso genera admiración en sus pares. Te podrá gustar o no, pero la autenticidad en un ambiente tan careta, genera respeto y admiración. No me sorprende.
-El corredor Lewis Hamilton podría ser sancionado por expresarse en su lucha antirracial y social. ¿Qué opinión tenés al respecto?
-Primero te diría que no me parece obligatorio que el deportista tenga que estar expresando estas situaciones, el tiempo social que le toca vivir. Pero si lo hace, bienvenido. Lo hace más humano, en el sentido que no está adentro de la limusina que le generan los contratos, sino que sigue percibiendo desde donde vino, y si no es así, percibe lo que le pasa al resto de los mortales, y a mí eso me genera admiración, porque podrían quedarse tranquilamente dentro del frasco de lujo del que viven y no, prefieren salir, sabiendo que esto les puede generar problemas con los patrocinadores, como sucede en muchos casos, y no les importa. Dicho esto, creo que es paradójico que en un país como Estados Unidos, que es rey del entretenimiento, que ha hecho del deporte un espectáculo, y que tan bien lo hacen, los entretenedores principales de esa industria, los atletas, sean los que tienen mayor compromiso social, los máximos ejemplos de deportistas comprometidos con su tiempo, y no tiene que ver solo con lo racial. Lo de Megan Rapinou, la capitana de la Selección de fútbol de EEUU, tenía que ver más con un reclamo de igualdad, y no tuvo ningún temor en decírselo a la FIFA en la cara ni en liderar un juicio contra la asociación de su país. Hay gente que con sus gestos inspiran a millones, e intuyo que algo de eso pasó con Muhammad Alí, que inspiró a millones y fue inspirador para muchos deportistas. Y en estos tiempos modernos salen los jóvenes, como Naomi Osaka, que tiene 22 años, y lo que está haciendo es impresionante, o Coco Gauff, con tiene 16; dos tenistas negras. Encima en deportes pocos habituados a este tipo de situaciones. La Fórmula 1 y el tenis son blancos como “una sábana”, y se encuentran con campeones negros y hijos de su tiempo. Además de Alí o del podio histórico de México 68 con el Black Power, creo que lo que ha hecho Lebron James en estos tiempos ha sido en ese tema muy importantes para impulsar a otros.