A pesar de caer lunes, de las restricciones por el coronavirus y de la intención del sector gastronómico de pasar la celebración para más adelante, muchos en Rosario se animaron a festejar el Día del Amigo durante, propiamente, el Día del Amigo.
Por eso este 20 de julio, atípico e histórico, mostró desde la tarde a los bares con bastante movimiento para un día de semana y de cuarentena. En casi todos los casos, grupos que decidieron reunirse más allá de todo. De todas formas, muy lejos de la fisonomía que acostumbra esta fecha en la ciudad.
Los móviles de El Tres recorrieron locales por la tarde –con el día nublado hubo poca gente en los parques– y luego en las primeras horas de la noche, donde se veían más mesas ocupadas, aunque bajo el protocolo de un máximo de seis personas por cada una.
Favorecidos por una temperatura agradable (16 grados a las 8 de la noche), muchos de los que salieron pudieron ubicarse en veredas, tanto por avenida Pellegrini como por Pichincha, y de esa manera reducir el riesgo de contagio de covid-19.
Desde la Municipalidad prepararon un operativo especial como un viernes para hacer respetar el protocolo de seguridad sanitaria y recordaron que por ser día de semana, están prohibidas las reuniones afectivas en los domicilios. En tal sentido, recomendaron juntarse en bares y respetar las medidas de prevención, recordando que el horario de funcionamiento es hasta las 23.
La ventaja de reunirse en un local gastronómico, además de colaborar con el repunte del sector, es la mayor vigilancia de los cuidados ya que todos los clientes deben cumplir con la higiene de manos y el tapabocas.
Tampoco se permiten mesas de más de seis personas y la estadía es acotada, lo que reduce el riesgo de contagio. Además, se garantiza la trazabilidad en caso de detectarse.