La directora del Centro Nacional de Endemoepidemias (Cendie), María Soledad Santini, afirmó que "no cualquier humano se enferma de leishmaniasis visceral". Señaló que el parásito afecta principalmente a las personas que tienen el sistema inmunológico "comprometido" o "débil", pero agregó también a los que tienen una "mala nutrición". Por otra parte, brindó recomendaciones de prevención y aseguró que el caso autóctono detectado en Concordia constituye "un brote" epidémico.
"No cualquier humano se enferma de leishmaniasis visceral. Afecta a personas con el sistema inmune deprimido o débil, como niños, ancianos, enfermos de HIV, leucemia. Y en el caso de Concordia con mala nutrición. La señora vivía en situación de calle. Eso es importante", dijo Santini en diálogo con el programa A Diario (Radio 2).
Además, agregó que "muy probablemente nos haya picado alguna vez un flebotomo –insecto– con el parásito, pero como nuestros sistemas inmunes están fuertes le ganan al parásito y no expresamos la enfermedad".
Santini aclaró que la leishmaniasis es causada por un parásito que es transmitido por un insecto. "En la jerga común le dicen mosquito, pero no lo es. Cuando uno piensa en un mosquito piensa en el Aedes Aegypti, que se cría en ambientes con agua; este se cría en tierra muy húmeda", comentó.
Brote epidémico
Consultada sobre la posibilidad de que se esté ante un brote epidémico por el caso detectado en Concordia, la especialista respondió: "Cuando superás la media es brote. Un caso en Concordia es brote. Es autóctono, ocurrió en ese lugar. Pero lo real es que es un caso".
Medidas de prevención
La directora del Centro Nacional de Endemoepidemias informó que no existe una "estrategia puntual" de prevención, pero sí "una sumatoria" de cuestiones. "Es común que se críen en patios con frutales. Las frutas se caen, se pudren y generan ambiente en la tierra próspero para la cría de este vector. Se puede remover la tierra, sacar las heces de los animales. Si se trata de un chiquero, mantenerlo limpio, que entre el sol y seque la tierra", añadió.
En el caso de las mascotas, que son considerados "reservorios", aconsejó la compra de un collar que se utiliza para ahuyentar el insecto.
También recomendó usar repelente o ropa larga. "Tienen mayor actividad cuando cae el sol y cuando sale. Es aburrido, pero una estrategia que funciona es que todos, también la mascota, tenga repelente", señaló.
En ese marco, explicó que el flebotomo tiene un "aparato bucal cortito", por lo que usar indumentaria como remeras manga larga o pantalones largos puede ser un método para evitar la picadura.
¿Cómo se transmite?
La forma más común de infección es a través de la picadura de un insecto -flebótomo- infectado, previamente con el parásito Leishmania. Para convertirse en vector transmisor, el insecto debe haber picado a un animal –generalmente perro– que ya tenía el parásito.
¿Cómo son los flebótomos?
Miden de 2 a 4 mm de largo como máximo, pican desde el atardecer hasta el amanecer, y no dejan punto de sangre en la picadura. Depositan sus huevos en tierra, con sombra, humedad y materia orgánica.