Noelia Romero tiene 31 años, vive en Uruguay y sufre una discapacidad. Fue a rendir 13 veces y siempre la "bocharon". “Fui y me bocharon. Cuando pedí que por favor modificaran la forma de evaluarme me acusaron de querer sacar ventaja de mi condición por encima de mis compañeros. Me dolió mucho. Es una situación que me enfrenta constantemente con mis limitaciones y no con mi fortalezas", dice la alumna.
Cuando cumplió 11 meses de vida, a la joven le diagnosticaron una parálisis cerebral con cuadriparesia espástica. Se trata de una lesión que afecta severamente la motricidad de sus brazos y sus piernas.
Tras finalizar el colegio Secundario (con promedio 8.19), en 2010 la joven se anotó para estudiar Derecho, en la sede de Gualeguaychú de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción del Uruguay.
Según informa Infobae, su cursada terminó en el 2014 pero en 2018 retomó para recursar algunas materias y fue allí cuando se anotó para rendir su último final: Práctica Forense III.
Según Romero Paredes, la mayoría de las materias la aprobó de forma oral pactando, con los profesores, alternativas que le permitieran no tener que sentarse a escribir pues, debido a su discapacidad, no puede hacerlo.
"Jamás tuve una complicación hasta que apareció Práctica Forense III. La forma de evaluar que proponen es a través dos instancias: un múltiple Choice y un examen en el que hay que redactar tres escritos en un tiempo límite. No estoy en condiciones de hacerlo y la Facultad se niega a cambiar la metodología”, cuenta al medio.
Con la mediatización del caso habló el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU). En un comunicado, Yamil Bechir negó que se haya discriminado a una alumna y dijo que, durante los últimos dos años, se le brindaron todas las herramientas necesarias para que pudiera aprobar la materia.
“Hemos implementado adaptaciones sugeridas por la alumna y adaptaciones y estrategias sugeridas por la institución. Se han realizado diversas y sucesivas evaluaciones colegiadas, en las que han participado seis docentes diferentes y bajo metodologías diversas, que en ningún caso requirieron un esfuerzo motriz, todos los cuales se han desempeñado bajo el principio de la objetividad, equidad y no arbitrariedad, entendido que la alumna no ha logrado el nivel mínimo de conocimiento para obtener una nota de aprobación”, apuntó el decano.
Según la abogada esto no sería así. “La están obligando a realizar un examen que la agota física y mentalmente. Pidió e intentó que modificaran la forma de evaluarla y le dijeron que no tenía ‘coronita’. Por su condición, ella no puede estar escribiendo durante tres horas. En un momento accedieron a que alguien escriba lo que ella le dictaba, pero no es lo mismo”, apunta Simón que dice haberse asesorado con especialistas en educación.
Según un medio entrerriano, la directora de la carrera, Romina Sánchez, sostuvo que Noelia fue evaluada por seis docentes diferentes y no alcanzó el resultado de aprobación. "El titular de la materia no estuvo presente en varias oportunidades, y aún así no ha aprobado”, dijo.
El pedido de Noelia es corto y conciso. “Esto tiene que resolverse porque quiero, merezco y necesito trabajar. Incluir no es un premio, es un derecho”.